-Bueno, estás un poco por debajo del peso para mi gusto, pero todo está bien. Veo que no queréis saber el sexo del bebé -comentó la doctora Lina, quitándose las gafas con una sonrisa.
Poche dirigió a Calle una mirada curiosa.
-¿De verdad? Creía que lo sabías, porque siempre te refieres al bebé como «ella» -razonó.
-Quiero que sea una sorpresa -contestó Calle, encogiéndose de hombros-. ¿Tú quieres saberlo?
Poche se lo pensó un segundo, pero al final sonrió.
-No, que sea una sorpresa.
Calle le cogió la mano.
-¿El peso de Calle es un problema? -se interesó Poche, apretándole la mano a la otra mujer.
La doctora negó con la cabeza.
-No, tengo los resultados de todas las pruebas que hizo vuestro médico de Wisconsin. Estás rozando la anemia, así que descansa todo lo que puedas y vigila la dieta, como ya has estado haciendo. El bebé debería nacer la primera semana de diciembre. ¿Van a quedarse en Chicago?
-¿Sería mejor quedarnos? -preguntó Calle con gravedad.
-No es imperativo, pero me gustaría controlar la anemia. Como te decía, no es nada fuera de lo común, pero convendría que te quedaras en la ciudad si es posible.
-Vivimos lejos del hospital -intervino Poche, y miró a Calle de reojo-. Nos quedaremos aquí. Podemos subir al norte en cualquier momento.
Calle asintió y se llevó la mano a la barriga con inquietud. La doctora las miró a ambas y esbozó una sonrisa.
-¿Es el primero, veo?
Las dos asintieron.
-Todo irá bien. El único problema que veo es el peso. El corazón del bebé está perfectamente. Tiene el tamaño adecuado y todo va muy bien -les aseguró.
Calle torció los labios en una sonrisa nerviosa y le apretó la mano a Poche.
-El estrés es otro factor que debemos considerar. No sé nada de vuestra vida personal, pero veo que se adoran la una a la otra, y eso es bueno, porque van a tener que ayudarse. ¿Existe algún otro factor de estrés?
Poche y Calle se miraron y la primera negó con la cabeza.
-¿Calle?
Calle cruzó una nueva mirada con Poche, pero no dijo nada.
-¿Qué les parece si las dejo solas unos minutos? Te apuntaré cita para el martes a las tres -ofreció la amable doctora, y salió de la consulta.
-¿Qué sucede, cariño? -preguntó Poche, sin despegar los ojos de Calle.
-Es que… No te enfades. Laura llamó el otro día y… ella…
-¿Ella qué?
-Dijo que estaban juntas la otra noche, cuando llegaste tarde. Lo sé, sé que mentía. Confío en ti, Poche.
Poche se levantó y empezó a pasear de lado a lado de la habitación, cada vez más furiosa con cada paso que daba. Al mirar a Calle, que se veía cansada y pálida, se arrodilló ante ella.
-Muy bien, de ahora en adelante, cuéntame las cosas, por favor. No te estoy ocultando nada, no estoy con nadie. Lo sabes.
-Sí. Por favor no te enfades.
Poche le puso los dedos en los labios.
-No te preocupes, que el bebé te oye. Oye, ¿ya has pensado en algún nombre? Nunca hemos hablado de eso. Espera, mejor volvemos a casa y lo pensamos entre las tres.
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Heavenly Winds [Terminada]
Fanfic«Hola, cariño: Las dos sabemos cómo estarán las cosas si estás leyendo esto. Lo siento mucho. Pero, oye, quiero que me hagas un favor. Me voy a poner en contacto con Poche, no te cabrees...» ¿Puede la carta de una ex-amante cambiar toda una vida? Po...