Calle estaba reordenando los armarios de la cocina cuando sonó el timbre. Con un gemido, anadeó hacia la puerta lo más deprisa que pudo, porque no quería que el timbre despertara a Skye de la siesta. En la puerta había dos hombres con enormes sonrisas.
-Tenemos una entrega para Daniela Calle. ¿Dónde la quiere?
-Va en la habitación del fondo, la señora te lo dijo -refunfuñó el otro, cargado de bultos.
-Bueno -musitó Calle, que dio un paso atrás-. La habitación del fondo está a la derecha.
Los dos transportistas llevaron las cajas a la habitación y Calle los observó, confusa, mientras desembalaban las cajas. El hombre de más edad le sonrió.
-Se supone que tengo que decirle que se siente y ponga los pies en alto.
Calle abrió mucho los ojos.
-Vaya, pues a nosotros nos pagan por hora.
Calle les lanzó una mirada prudente antes de volver a la sala de estar, desde donde los observó hacer viajes por la casa. Al parecer, al cabo de una hora, habían terminado.
-Muy bien, ya puede mirar. ¡Feliz Navidad! -le dijo el mayor, y le estrechó la mano.
Calle no salía de su asombro al acompañarlos a la puerta. El portero apareció de improviso y se le acercó, cargado de cajas y paquetes.
-Papá Noel se ha adelantado, señora Calle. Poche me dijo que le dijera que se sentase…
-Y que ponga los pies en alto, lo sé, Mike. Pasa -lo invitó con una risotada-. Creo que todo eso debe de ir en la habitación del fondo.
De repente, se le había puesto un nudo en la garganta y le saltaron las lágrimas. El portero le guiñó un ojo y recorrió el pasillo.
-Feliz Navidad, señora Calle -le dijo, e inclinó su sombrero al salir.
Calle entró en la habitación muy despacio y se llevó la mano al corazón.
Habían montado una cuna con una mecedora al lado. En la pared de enfrente había una cómoda y un cambiador. Los paquetes envueltos con papel de regalo estaban en la cuna, sobre la cual habían colocado un móvil de Disney. Fue entonces cuando vio que había una tarjeta colgada del móvil y fue a abrirla con los ojos anegados en lágrimas.
Mi querida Calle:
La maternidad te sienta muy bien. Nuestro bebé no puede llegar a este mundo sin tener un sitio donde dormir. Que te ayude Skye… ¡Dile que ha sido Papá Noel!
Te quiero, solo a ti. ¡Feliz Navidad! Eres la única para mí.
Por siempre, Poche.
PD: Ya sé que son las hormonas, pero siéntate y deja de limpiar los armarios.-
Nuestro bebé -susurró Calle, mirando en derredor con la tarjeta contra el pecho.
-Mamá -la llamó Skye, con voz adormilada.
Calle se volvió hacia su hija, que entró en la habitación con las mejillas arreboladas.
-Papá Noel ha venido antes para el bebé -la informó Calle.
Skye abrió sus ojos como platos.
-¡Vene muy pronto, mamá!
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Heavenly Winds [Terminada]
Fanfic«Hola, cariño: Las dos sabemos cómo estarán las cosas si estás leyendo esto. Lo siento mucho. Pero, oye, quiero que me hagas un favor. Me voy a poner en contacto con Poche, no te cabrees...» ¿Puede la carta de una ex-amante cambiar toda una vida? Po...