Capitulo 2

6.1K 377 33
                                    

-Oh, Poche, Dios… qué cosas me haces -gimió Laura.

Estaba desnuda, tumbada sobre los cojines frente a la enorme chimenea. Suspiró y contempló a Poche mientras le besaba el pecho y frotaba delicadamente su estilizado cuerpo contra ella.

-Dios mío, eres la mejor amante que he tenido nunca -susurró en un gemido gutural.

Poche levantó la cabeza y la miró con sus chispeantes y felinos ojos verdes. Ronroneó contra el pecho de Laura, que respingó y la agarró del corto cabello.

-Me lo tomaré como un cumplido, ya que diría que has estado con la mitad de la orilla norte de Chicago -farfulló Poche.

Laura rio y le tiró del pelo a su amante.

-Lo digo en serio. Eres asombrosa.

-Mi madre decía que si se hace algo, hay que hacerlo bien. Y, mi querida Laura, tú te mereces que te hagan las cosas bien.

Poche gimió y le mordisqueó el pezón endurecido con cuidado.

Entonces alcanzó la coctelera de Martini, vertió la bebida helada en una copa de pie alto y luego le pasó el frío metal por el lateral del pecho a Laura, que arqueó la espalda.

-Poche -exclamó.

-¿Sí?

Poche le ofreció la copa de Martini y las dos dieron un sorbo silencioso. Entonces Poche cogió la oliva de la copa y se la colocó seductoramente en el ombligo a su amante. Laura rio cuando Poche le dijo al oído:

-Luego nos ocuparemos de eso.

A continuación le demostró a la adorable Laura todo lo asombrosa que podía ser.

Enredadas delante del fuego, las dos mujeres jadeaban pesadamente.

-¿Me he comido la oliva?

Laura se rio.

-Sí, te has comido la oliva y todo lo que se te ha puesto por delante.

Poche levantó la cabeza y la miró con sus traviesos ojos verdes.

-Tenía hambre.

-Deberías volver al trabajo. Me temo que te he interrumpido -suspiró Laura, pasándole las uñas por la espalda.

-Una interrupción deliciosa. Necesitaba un descanso. No podía pasarme ni un minuto más sentada al piano -aseguró, y le besó el hombro. En ese momento sonó el teléfono y Poche gruñó desde el fondo de la garganta-. Aish… -musitó, pero no se movió.

-Cógelo, podría ser tu productor -le recomendó Laura, instándola cariñosamente a levantarse.

-Mierda.

Poche rodó para ponerse de espaldas y cogió el teléfono.

-Más vale que sea importante -ladró al auricular, con la vista fija en el techo.

-¿Poche? Soy Roger. Tienes que venir a Chicago. Tengo una carta certificada de un abogado de Albuquerque. ¿A quién conoces tú en Nuevo México?

Heavenly Winds [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora