Heavenly Winds [Terminada]

Capitulo 18

-Estate quieta, nena -ordenó Calle, mientras le abrochaba el cinturón a Skye-. Esta camisa de franela vieja es perfecta.

Skye se agitó, aun tratando de no moverse.

-¿Parezco un vagabundo, mamá?

-Claro que sí, cariño.

Skye miró a Mercedes, que asintió y le guiñó un ojo.

-Igualita que Poche a tu edad.

-Yo nunca he sido tan guapa -objetó Poche, descorchando una botella de vino-. Y ahora, la barba desaliñada.

Con el ceño fruncido, Skye observó a Poche mientras acercaba el corcho de la botella al fuego.

-Quema, Oche.

-No, no quema.

Achicharró el corcho y se acercó a Skye, pero esta retrocedió.

-Pitufa, te digo que no quema.

-Hazlo tú -pidió Skye.

Calle la desafió con una sonrisa.

-Sí, Poche, ponte un poco. Aún mejor, déjame a mí.

Skye se rio y Mercedes aplaudió.

-Excelente idea, Calle.

Calle le quitó el corcho de la mano y la empujó para que se sentara en una silla de la cocina.

-A ver, a ver… Necesitamos una barba.

-Me vengaré, Daniela -la avisó Poche, mientras Skye daba palmas, entusiasmada.

…

-Menuda noche para truco o trato -comentó Mercedes.

Calle y ella observaron a Poche caminar calle abajo con Skye de la mano. Su madre sonrió al oírla exclamar:

-¡Tuco o tato!

Mercedes soltó una sonora carcajada.

-Qué niña más adorable. Skye también es mona.

Calle se rio del chiste, pero no dijo nada; Mercedes se detuvo y se volvió hacia ella.

-¿Estás enamorada de mi nieta, verdad?

Vio que Calle se ponía como tomate. Hasta las orejas se le habían puesto coloradas.

-Sí, Mercedes. Creo que podría enamorarme locamente de Poche.

-No suenas del todo segura -opinó Mercedes.

No obstante, Skye la interrumpió al correr hacia Calle, con su calabaza naranja en el brazo.

-Mira, mamá. Tengo caramelos -le mostró la calabaza, falta de aliento.

-Ya lo veo, cariño. ¿Has dicho gracias?

Skye asintió y miró a Mercedes.

-Mira, abuela, tengo caramelos.

-Es fantástico, Skye. ¿Te la estás pasando bien, bonita? -preguntó, dándole un pellizquito en la barbilla.

Skye asintió de nuevo y volvió a coger a Poche de la mano.

-Vamos, Oche.

Riendo, Poche dejó que la arrastrara por la acera hasta la casa siguiente, seguidas de Calle y Mercedes.

-Pues eso, Calle, te noto insegura.

Esta se encogió de hombros.

-No lo sé, Mercedes. Poche lleva soltera mucho tiempo y ha dejado muy clara su postura respecto al compromiso y a los hijos.