Dalissa
Me había acostumbrado a todo, tanto que sentía que aquella era mi casa. Extrañaba a mamá y a la abuela mucho más, pero aquí encontré personas especiales que habían ocupado mi corazón.
Mamá me llamó para mi cumpleaños, pensé que iba a felicitarme, pero era para darme noticias.
—Una es buena y otra es mala.
—Mamá, ya dilo por favor.
—¿Recuerdas a Bertran? Mi jefe, que tienes dos hijos...
—Sí mamá, lo recuerdo.
—Bueno, él y yo, hemos formalizado una relación y queremos casarnos muy pronto.
Me quedé en silencio para analizar si realmente había escuchado bien. Mi madre tenía derecho a hacer su vida, pero no me esperaba esto tan repentino.
—¿Qué?
—Sí, lo hemos hablado desde hace mucho.
—¿Y hasta ahora me lo dices?
—No pensé que fuéramos a llegar tan lejos.
Di un suspiro para calmarme, no era para tanto ¿O sí? Mamá iba a casarse, con su jefe, quién tenía dos hijos, tendría hermanos. Sí era para tanto.
—Esa es una gran noticia mamá—ni yo me lo creí.
—Bueno, ahora viene la mala.
¿Esa no era la mala? ¿Qué podría ser peor que tener hermanastros?
—La abuela no está bien.
Eso era peor que cualquier cosa en este universo.
—¿No?
—He tratado de convercerla para que vaya al médico, pero ha sido imposible.
—¿Qué tan mal está?
No la abuela por favor, Dios.
—Son dolores de cabeza, se le van y le vienen.
—Mamá tengo que ir.
Haría lo que fuera por ella y si eso significaba dejar las clases y a mi nueva familia, lo haría.
—No, Dalissa, no tienes por qué.
—Tengo que convencerla, ella me escuchará si le digo que vaya al médico.
—¿Crees que no he hecho lo posible? Incluso le he dicho que dejarías las clases por ella, le dije que lo hiciera por ti, al menos.
—Tengo que ir entonces.
—No lo hagas todavía. Espera al menos que pase otro mes.
Mamá me convenció que esperara otro mes, no sería buena idea dejar las clases antes. Solo esperaba que la abuela no empeorara.
Llevé la petición nuevamente a la célula y Rhys me ayudó llevándola a su iglesia. Dios podría responder, así no tendría que volver a casa tan pronto.
No volví a ver a Arturo desde ese día en la biblioteca, me pareció que estaba enfadado conmigo por lo que dije sobre su ministerio. No iba retractarme, lo que dije es lo que realmente pensaba de él, aunque no creí que respondiera de esa forma. Sabía que algo andaba mal con él, desde la noche en el baile de graduación. No volvió a enseñar en la iglesia, no sirvió en nada más, excepto en la obra de teatro navideña.
Al principio pensé que tenía que ver con lo que pasó en casa de Nora, pero me parecía que eso estaba olvidado.
Mónica me llamó el fin de semana, hacía mucho tiempo no hablaba con ella. En el instituto bíblico les restringía el uso del teléfono, era algo bueno en muchos sentidos.
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Redención
Romance~Sinopsis en la parte 1~ El pecado podría llevarte a conocer el poder de la redención.