¿Sentimientos encontrados?

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-¿Qué investigó de mi encargo?- le pregunta Rain a la persona sentada frente a él. Estaba en el restaurante del hotel tomando un café.

Tenía que resolver algunos asuntos antes de la cena que iba a tener en la noche y el asunto más importante era encontrar a Adam. Por lo menos quería asegurarse que estuviera bien, se conformaba solo con verlo de lejos. Sabía que Adam no lo iba a perdonar pero él también tenía parte de la culpa ya que no fue al aeropuerto cuando Rain se lo propuso. Aunque Rain se enteró del motivo después, así que no podía justificarse ya que no lo buscó.

-Aquí está lo que pude investigar.- le pasa un sobre con algunos documentos a Rain- No me dio tanto tiempo para investigar todos los detalles.- suspira el detective y toma un sorbo de su café.

- Solo quiero saber dónde está. - le contesta tomando el sobre y mirando su contenido.

- Está bien, vive con su familia, tiene un buen trabajo en una empresa reconocida de transportes internacionales. Algunos miembros de la empresa asistiran a una cena esta noche en este mismo hotel. Lo que no he podido investigar si el señor Adam va a asistir. - habla el detective mientras Rain le presta atención. En la última parte se sorprendió al saber que Adam podría asistir a la cena. -Sólo hay que revisar la lista de los invitados y veremos si asistirá.

-Yo me encargo de eso. Hizo un gran trabajo detective.- le comenta y continúa mirando los documentos de la investigación.

-Me alegra haberle ayudado.

-Muchas gracias.- le dice Rain mientras se pone de pie, le pasa su mano al detective el cual la toma enseguida y se despide.

Rain camina hacia la salida del hotel, le hace señas al portero de que se va y este inmediatamente va por el carro. Mientras espera su auto llama a su asistente y le pide que le envíe la lista de los invitados a la cena. Esperaba que el nombre de Adam estuviese ahí. Eso le ahorraría el ir a buscarlo a su casa.

Mientras va conduciendo le llega un correo con la lista de los invitados, se detiene al ver la luz roja del semáforo y aprovecha para revisar rápidamente la lista. Sólo le interesa un nombre así que al verlo una sonrisa de dibuja en su labios.

-Que caprichoso es el destino.- dice mientras deja su celular a un lado y sigue conduciendo al ver la luz verde.

Por otra parte Adam se levantó muy temprano ese día para ir al centro comercial, tenía que conseguir un traje para la cena de esa noche. La suerte es que no tuvo que buscar mucho, en la primera tienda que entró encontró lo que buscaba. Un hermoso traje negro justo de su talla. Le encantó así que lo compró en seguida.

Adam no quería ir a esa cena pero no tenía como negarse, el presentimiento del día anterior aun seguía en su pecho y eso lo inquietaba un poco, pero ya estaba listo para asistir a esa reunión.

En la noche el salón principal del hotel estaba listo para recibir a los invitados, Rain se había puesto su traje, se miraba al espejo para ver que todo estuviese en orden, acomodó un mechón de su cabello que sobresalía hacia atrás y ya estaba listo. En su mente sólo aparecía la imagen de Adam, se moría de ganas por verlo.

Minutos después tocaron a su puerta, al abrir vio que era su asistente. Su nombre es Amber, llevaba un hermoso vestido largo, de color negro ajustado al cuerpo.

-Buenas noches señor Mitman, ¿está listo para la reunión? - pregunta observando fijamente a Rain de arriba a bajo. -Le queda muy bien ese traje.- comenta un poco embobada.

-Está de más su comentario.- le contesta Rain totalmente serio y la chica se sorprende.

-Disculpe- dice rápidamente maldiciendo en su interior al darse cuenta que había hablado en voz alta.

No te enamores de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora