¡Ayuda!

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~Adam~

-¡No puedo creerlo! - grito enojado lanzando la llaves del departamento sobre la mesa. -¿Cómo se le ocurre que yo haria algo así? ¡Qué poco me conoce!. - bufo mientras me quito el traje y voy lanzando piezas de ropa por toda la habitación.

Estoy furioso, esa filtración de información no fue mi culpa, yo jamás haría algo así, soy pobre pero honrado. Por dinero no vendería algo como mi trabajo y mucho menos algo que tuviera que ver con Rain.

Él no se da cuenta que lo amo, que haría cualquier cosa por él, que nunca lo traicionaría. Duele un monton que él no crea en mi y que me acuse de esa manera. S

Me meto debajo de la ducha y d que mis lágrimas salgan. Me sien pateético, llorando por un amor no corre e ēspondido y sobre todo por alguien que no cree en mi.

Después de darme una ducha bien larga la cual ayudó a que me desahogara un poco, me puse algo de ropa cómoda y me quedé dormido.

No sé en que momento amaneció pero mis ojos se abrieron con dificultad al sentrir los rayos del sol sobre mi cara que se colaban por la ventana. Ayer fue un día con demasiadas emociones y mi cuerpo estaba agotado, esa fue la razón de haber dormido tanto.

Me levanto y busco mi celular, es casi medio día, nunca había dormido tanto.

Tengo que averiguar qué sucedió en la oficina después que me fui. Al primero que se me ocurre llamar es a Jack, puede que no hablamos mucho pero tuvimos un pequeño acercamiento y creo que es el único al que podría preguntarle.

-¡Hola!- dice Jack al contestar.

-¡Hola! ¿estás ocupado?- le pregunto ya que no quiero importunar.

-Un poco, esto está patas arriba.- comenta y eso hace que me sienta mal.

-Todos me culpan a mi ¿Verdad?- pregunto lo obvio pero necesitaba saber que opinaba él.

-Menos yo. Sé que tú no lo hiciste, pero eso abría que confirmárselo al jefe, parece un demonio con su mal humor.- bromea con lo ultimo y me imagino como está Rain, ese carácter que tiene asusta a todos.

-Gracias por creer en mi.- le digo y es que en verdad lo agradezco, es él único que me ha dicho eso. -¿Qué pasará con la presentación?

-El jefe se comprometió a hacer una nueva propuesta para el cliente, solo tenemos dos día para hacerla. Mañana debemos entregarla. - comenta algo agitado. -Te dejo, ya viene el ogro.- ríe con esto último y me cuelga sin esperar respuesta.

Es demasiado trabajo para hacerlo en dos días, pero si Rain se comprometió a hacerlo estoy seguro de que lo hará.

Me siento impotente al no tener como ayudar, tengo que hacer algo e investigar quien me ha culpado de eso, o más bien quien está detrás de esa trampa.

Dejo el celular en la pequeña mesa de noche al lado de mi cama y vuelvo a recostarme, cuando comienza a sonar indicando una llamada entrante. Lo tomo y me sorprendo al ver que es Rain quien llama.
Dudo en contestar pero al tercer tono contesto.

-¡Diga!

-¿Adam? ¿Eres tú?- una dulce voz de una niña me habla.

-¿¡Aisha¡?¿Qué pasa?- no sé como ella me ha llamado, estaba hablando con Jack y dijo que Rain estaba en la oficina. Entonces ¿cómo es que Aisha tiene el celular de Rain?

-¡Ayudame por favor!- Exclama la pequeña en un tono se voz bajo. -¡Mi...mi hermano esta herido!- dice y me asusto.

-¿Dónde estás?- pregunto mientras me pongo de pie y busco un abrigo en el closet.

-En casa, ¡ven por favor! Le duele mucho.- dice y se escucha como solloza.

-¿No hay un adulto con ustedes en casa?- pregunto mientras me coloco los zapatos con prisa.

-No, estamos solos. ¡Ven rápido!- me suplica.

-Tranquila pequeña, ya voy para allá. Cuida de tu hermano. No tardaré. - le digo para calmarla. Tomo las llaves de mi departamento y salgo a toda prisa.

Cuelgo la llamada y corro un poco hasta encontrar un taxi en la avenida. Me subo y le digo la dirección. ¿Qué estará pasando? Esto es bastante extraño. Aisha parecía que estaba llorando y no escuché a su hermano. Algo sucedió, debo llegar pronto.

Siento que los minutos que paso en ese taxi son eternos, apresuro al chofer para que conduzca más rápido. Agradecí al cielo que no hubiese tráfico y llegué en menos de media hora.

Le dije al taxi que me espere, ya que si había un herido tendría que llevarlo al hospital. Salí corriendo hasta la entrada. Toqué el timbre y nadie respondió. Volví a tocarlo y nada, giré la perilla de la puerta ya que iba a golpearla y la suerte es que estaba abierta. Entré rápidamente y miré a mi alrededor.

Es una casa enorme, solo la sala tiene 5 veces el tamaño de mi pequeño departamento, me sentí pequeño en ese lugar. Pero no estamos para ponerme a ver el hermoso decorado del lugar, debo encontrar a los niños.

-¡Aisha!- grito varia veces ya que no sé por donde comenzar a buscar.

-¿Adam? ¡Adam!- escucho a la niña que dice, miro hacia donde escucho los grito y me acerco, es el comedor. Con la mirada diviso a Aisha que esta saliendo de por una puerta, parece un closet.

-¿Qué ha pasado? ¿Y tú hermano?- le pregunto mientras la pequeña corrió hacia mi y se aferró a mi cadera.

Al escuchar mi pregunta me sujetó por una mano y me haló, me llevó hasta el closet y ahí estaba Ian, tirado en el suelo sujetándose el estómagos.

Me acerco rápidamente e intento que me hable.

-¡Ian! ¿Qué tienes?- le pregunto y él solo llora, no responde y eso me preocupa más.

Le levanto la camiseta y mis ojos se abren como platos al ver los moretones que tiene el niño. Pero no solo en el abdomen están por todo su cuerpo.

Esto no puede ser, ¿quién haría algo tan horrible?

-¡Aisha! ¿Alguien lo golpeó?- le pregunto mientras levanto a Ian en brazos.

La niña asiente con la cabeza y comienza a llorar mientras vuelve a aferrarse a mi.

-¡Ian quería protegerme, pero...lo golpearon a él!- grita y eso me desgarra, la niña también tiene algunos moretones que sobresalen por el cuello de su vestido.

Esto no esta bien, debo sacar a estos niños de aquí. No puedo creer que Rain haga algo así... O a lo mejor fue Saory.
No quiero sacar conclusiones, tengo que llevarlos al doctor y después investigar que ha pasado.

-¡Vamos! Tenemos que ir al doctor a que los revisen. - le digo a la niña y esta niega con la cabeza.

-No, no por favor. Al doctor no.... Ellas nos va a pegar si sabe que alguien nos vio los golpes. - me suplica halando de mi abrigo.

No sé que hacer... Si esa mujer los maltrata debería estar en la cárcel. Suspiro para no mostrar mi enojo delante de los pequeños.

-¡Está bien! Vamos a mi casa para tratar esos golpes. - le digo y ella asiente, corre hacia el armario y toma el celular de Rain y se sujeta a mi nuevamente, Ian oculta su rostro en mi pecho y sigue quejándose por el dolor.

Salimos los tres de la casa y subíamos al taxi, le indico la dirección de mi casa y el chofer conduce.

Rain ama a estos niños, no creo que esté enterado de todo esto. Tendré que buscar la manera de comunicarme con él, espero y me responda la llamada a pesar de su enojo y también espero no meterme en problemas al llevarme los niños como un secuestrador.

Estoy muy confundido de que hacer, estos niños deberían estar en la escuela, pero es bastante extraño que una casa tan grande no tenga mas empleados. Ellos no debieron estar solos en esa enorme casa y si estaban solo fue porque los dejaron. Tendré que hablar con los niños en cuanto lleguemos ya que necesito saber que pasó y así decidir que hacer.

¿Qué debería hacer? ¿Llamo a la policía? ¿Los llevo a un hospital? ¿Llamo a Rain primero? ¡Dios...ayuda!


No te enamores de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora