Traición

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~*~

Adam miró a Rain con cara de confusión y sorpresa al ver a la esposa de este y sus hijos en ese lugar. ¿Qué estaba pensando Rain? Llevarlo en esos momentos donde se sentía vulnerable, a ver a la mujer que sentía que odiaba. Más bien eran celos, envidia. Porque ella tenía lo que él más deseaba.

Los niños al ver a Adam corrieron para abrazarlos, este se bajó hasta quedar a la altura de ellos y corresponder el abrazo, fingió su mejor sonrisa para ellos. No es que quisiera que su sonrisa fuera falsa, su estado de ánimo en ese momento le impedía sonreír con sastifación al ver a esos pequeños.

—¡Te extrañé Adam! ¿Por qué no habías vuelto a visitarnos?— le preguntó Ian haciendo un lindo puchero.

—¿Te quedarás a jugar?— pregunta enseguida Aisha.

—Solo vine de paso.— le contesta, ni él mismo sabía que hacía ahí. Levanta la mirada dedicándosela a Rain con la interrogante.

Saory veía la escena y su ceño fruncido, no le estaba agradando que los niños se llevaran muy bien con Adam.

—¿Qué haces aquí? Dijiste que no volverías hoy. — le dice Saory a Rain acercándose a él para saludarle con un beso pero este se lo impide.

—Debemos hablar. — le dice cortante y se aleja de ella. —Niños, vayan por un caramelo a lo que los adultos hablan. — le dice Rain con una sonrisa a sus hijos, estos ponen cara de tristeza al tener que irse ya que querían estar con Adam, pero ver nuevamente la cara de su padre que frunció el ceño obedecen sin objetar. —Vamos a mi despacho.— dice al ver a los niños alejarse.

Adam estaba muy nervioso, las cosas que se le ocurren a Rain no tienen límites, es una idea descabellada esta, no entendía lo que este pensaba hacer pero sabía que alguien saldría lastimado de esto y seguro que iba a ser  él.

Al llegar al despacho Rain se sienta en unos de los sofá que estaban en la equina, no parecía que iba a ser una reunión muy formal. Le hace señas para que Adam y Saory que lo habían seguido se sienten frente a él en las butacas quedando los tres formando un triángulo.

Las miradas iban y venían, Rain se estaba tomando su tiempo en comenzar y esto desesperaba aún mas a Adam.

Saory estaba igual, no sabía a que se debía esta reunión tan repentina. Había tenido problemas con Rain pero eso no quiere decir que lo pueda hablar frente a su secretario, algo no estaba bien, aunque ya se hacía una idea de lo que iba todo esto.

—Necesito aclarar las cosas con ambos.— inicia Rain y cuando iba a continuar su celular comenzó a sonar, miró la pantalla y vio que era de la oficina así que lo ignoró. — esta situación hay que ponerle fin y no encontré mejor manera que esta, soy una persona que le gustan las cosas claras y sin rodeos...— su teléfono volvió a interrumpirlo.

—Será mejor que contestes, debe ser importante.— dice Saory sin la más mínima preocupación.

Adam sigue en silencio apretando los puños con nerviosismo y deseando que esto acabe pronto.

Rain frunce el ceño y toma su teléfono y contesta, escucha por un momento lo que le dicen y se para de golpe del sofá.

—¡¿Qué?... ¿Cuándo  pasó?... ¿Ya investigaron cómo sucedió?— sigue preguntando y su enojo es notable. —¡Voy para allá!— exclama y cierra la llamada.

Adam se pone de pie al observar el evidente enojo de su jefe y teme preguntar pero lo hace de todos modos.

—¿Qué sucede?— pregunta y Rain lo mira en silencio por unos segundos antes de responder.

—Vamos a la oficina, te explico en el camino.— le dice a Adam y camina hacia la puerta. —Saory, esta conversación queda pendiente.— le dice antes de salir y esta asiente.

Adam se fue junto con su jefe y una sonrisa llena de malicia se dibuja en el rostro de Saory.

En todo el camino de regreso a la oficina Rain no paraba de echar maldiciones, Adam seguía confundido porque no sabía que había pasado y al ver a su jefe tan enfadado prefirió no preguntar, esperaría a qué él le contara.

Cuando llegaron a la empresa se dirigieron hacia la sala de juntas en donde se encontraban el personal responsable de cada área.

—¿Cómo sucedió esto?— pregunta Rain al entrar a la sala, toma asiento y Adam se queda parado a su lado.

—No sabemos, solo recibimos la llamada del cliente diciendo que le llevaron una propuesta y que rechazaba la nuestra sin ni siquiera verla. — explica Jack. — como es un cliente regular le pedimos los detalles y resulta que es nuestra propuesta. La competencia copió nuestra propuesta. — concluye y le pasa unos documentos a Rain.

Adam estaba totalmente sorprendido por lo que sucedió. No se explica como pudo pasar algo así. Él mismo había enviado la propuesta con el mensajero encargado.

—¿Cómo pudo filtrase esa información?— pregunta Rain enojado, revisa los documentos y es exactamente lo que ellos habían planeado para la publicidad de su cliente.

—Creemos que alguien le pagó al mensajero.— dice Anna.

—¿En dónde ésta el mensajero?— Rain levanta la mirada de los documentos y observa a todos en la sala esperando una respuesta, pero por el silencio supuso que nadie sabía nada. —¿Quién le entregó la propuesta para que la llevara?

—¡Fui yo!— exclaman Adam con un tono de voz bajo. Se sentía mal por lo que acababa de suceder, sabía todo lo que habían trabajado por ese proyecto.

Todos voltearon a ver a Adam con dudas en la mirada. Solo había dicho dos palabras y ya era el primer sospechoso de haber traicionado la empresa.

—¿Tuviste algo que ver con la filtración de información, Adam?— pregunta Rain y Adam no pudo creerlo. ¿Lo estaba acusando directamente? Porqué mejor no lo decía claramente.

—¿Me crees capaz de algo así?— pregunta Adam ofendido por tal acusación.

—No lo sé, por eso te estoy preguntando.

—No puedo creer que dudes de mi de esa manera.

Rain se queda en silencio no sabe que responderle. No dudaba de él pero quería asegurarse.

Adam no lo vio de esa manera se sintió ofendido por la acusación frente a todas esas personas y dolido porque no podía creer que Rain dudara de él de esa manera. No le importaba que todos dudaran de él, pero Rain era otro asunto aparte.

— Será mejor que dejes la empresa hasta que esto se solucione. — interrumpe Jack el silencio que sin darse cuenta se había hecho presente.

—Sí, será lo mejor...— dice Adam sin desviar la vista de Rain. Lo mira por unos segundos y sale de la sala.

Por lo menos esperaba que Rain lo detuviera o que le dijera algo, pero eso no sucedió. ¿Tenía miedo o qué? ¿De verdad dudaba de él? ¿Rain creía que era capaz de traicionar la empresa? O mejor dicho ¿de traicionarlo a él?

No te enamores de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora