BONUS: HERMANOS SANO

2.6K 275 117
                                    

Y aquí vamos de nuevo.

En el tren, escapando de la realidad.

Después de su primera huída, había encontrado una paz en viajar en tren, parecía como si en ese vagón casi vacío se encontrará solo y con sus pensamientos.

Si, aveces le hacía mal, pero lo necesitaba, necesitaba pensar.

Aclarar su mente, como le decía Kokonoi. Rio ante el recuerdo de su pelinegro amigo y como este estuvo golpeando la puerta ayer en la noche.

—— Se lo merece por idiota —— susurro con una pequeña sonrisa.

Si, Manjiro Sano había cumplido su palabra de dejarlo afuera por ponerlo en una situación tan incómoda con su ex novio.

Soltó un suspiro, aunque al final no pudo resistirse después de que le haya prometido una dotación de por vida de sus deliciosos Dorayakis y Taiyakis.

Era feliz.

Paso su vista por la ventana, estaba atardeciendo y de cierta manera le daba una breve calma en toda esa tormenta que se había desatado.

Después de ese día no había querido hablar con Draken y por suerte este no lo había buscado inmediatamente, agradecia eso, aunque sabía que tarde o temprano este quería hablar nuevamente con él.

Aún está reacio a eso.

Ahora se dirigía nuevamente a Shibuya. No por el pelinegro, claro que no, iba porque hace tiempo no había pasado por ahí... Bueno si había ido, pero no para ir a visitar a su abuelo.

Necesitaba ir a visitar a su abuelo.

Aún tenía algo de miedo por saber cómo reaccionaría esté, le daba terror que no lo recibiera y lo encara diciendo que es un mal nieto que despareció y lo dejo solo.

Algo incoherente y muy imbécil de su parte, pues su abuelo era alguien tolerante, no por nada acepto a cuatro niños en su casa, aunque dos de estos no fueran sus nietos legalmente.

Estaba muy agradecido con su abuelo por cuidarlos a sus hermanos y a él.

Pero dolía. Dolía que en la actualidad solo quedará él.

Y él era la peor opción.

En todo el tiempo que duró el viaje su mente voló, en las miles de posibilidades que pudieron ocurrir en su vida.

En las miles de veces que él debió morir.

Pero ni la muerte... (Ni Draken) me quieren —— pensó bajando la cabeza.

Empecemos por su hermano mayor.

Shinichiro Sano era el mejor. Un gran hermano, que siempre velo por ellos, siempre los cuido y junto a su abuelo los educó para ser personas de bien.

Pelinegro, alto, de personalidad atrayente que te hacía seguirlo a un mundo donde solo había esperanza y cariño.

Alguien carismático, que aunque no era muy fuerte (en realidad apestaba en la pelea) fue capaz de tener a su mando a la más grande pandilla Tokyo, la fuerte y reconocida "Black Dragon's" que tenía un sueño, una meta y era la de crear una nueva era para los pandilleros, demostrarle al mundo que estos eran diferentes a lo que creían, que estos estaban para proteger a los que querían.

Y ¡Oh, por Dios! Casi lo logran, estaban a punto de llegar a su sueño pero, todo paró, la pandilla se desintegró y la meta se olvidó.

Todo por ellos, Shinichiro había visto que mientras más cerca estaban de su sueño, más peligroso se volvía y no quería que sus hermanos sufrieran por su culpa.

NO SOY ELLA... |TR|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora