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                                                             04| APUESTAS


—¿Dónde vamos?— pregunté por cuarta vez esa noche.

—Tu sígueme y cállate.

—No debería de fiarme de un chico que propone casarse conmigo cuando nos conocemos de un día y luego prácticamente me lleva a rastras a un lugar.

—Pero bien qué has aceptado.

—¿Casarme contigo?— fruncí el ceño.

—Venir hasta aquí boba.

Por su expresión, parecía que comenzaba a arrepentirse de haberme traído a dónde diablos quiera llevarme. No pude evitar sacar una sonrisa malévola.

—Con lo guapo que eres sonriendo y siempre estás de morros Yannick.

—Y tú con lo guapa que eres calladita y nunca lo haces.

—¿Y por qué no me callas tú?

Sus ojos me miraron con cierta intriga pero luego mostró un cara extraña, como si estuviera succionando un limón.

No pude más y solté una sonora carcajada.

—Me estaba quedando cont...

Un vehículo de dos ruedas me interrumpe colocándose en medio de nosotros de forma rápida, ni me dio tiempo a pestañear dos veces para pegar un brinco del susto que me había pegado.

—Ya hemos llegado.— sonrió de una manera extraña, cosa que me provocó un escalofrío.

La persona que se situaba en la moto se quitó el casco, era un chico de aspecto aún más joven que Yannick. Peinó su despeinada cabellera con las yemas de los dedos y me sonrió.

—No te la vas a ligar, Brody.— aclaró el rubio— Viene conmigo.

— Lástima.— el tal Brody fingió un puchero— Soy Brody, el mejor amigo, hermano, compadre, jefe, pana y bestie de este estúpido de aquí.— abrazó a Yannick pero este se opuso.

— Yo soy Elaine, amiga, comadre, hermana, jefa, pana y bestie de Yannick.

Brody sonrió descaradamente mientras que Yannick hizo una mueca.

— Eso es mentira.— aclaró el árabe.

— No me hagas quedar mal enfrente de tus amigos.— decidí molestarle un poco más— Por cierto...¿Que hacemos aquí?

—¿Recuerdas que te dije que hacía apuestas?

Asentí.

Así que ese tipo de apuestas...

— Sinceramente muero por verte chocandote contra una pared.— di mi mejor sonrisa.

— No tendrás tantas ganas cuando nadie te pueda llevar a casa.

— Me puede llevar Brody, ¿A qué si?— miré a Brody el cual estaba en su mundo.

— Ah, claro claro.— cambió de tema.— Hoy han apostado mucho por ti Yannick, como no ganes...

— ¿Cuando he perdido yo una carrera?— se mostró seguro.

Después de unos cuantos pasos pude ver cómo más motos y personas estaban reunidas, había la zona de las carreras y una especie de gradas con material de piedra. Aunque en la esquina de las gradas había un mini bar, todo estaba bastante completo.

— ¿Esto es ilegal Yannick?— pregunté al recordar cómo en todas las películas que salían apuestas resultaban ser ilegales.

— No no, es totalmente legal.

YannickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora