𝟬𝟯

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𝟴:𝟯𝟬 𝗮.𝗺

𝑁𝑎𝑟𝑟𝑎 ____

Apenas desperté, sentí como si un maldito camión me hubiera pasado encima, me dolía todo el cuerpo, parecía que acababa de salir de un coma o algo así. Mis párpados pesaban demasiado y apenas podía abrirlos.

Me senté en la cama y noté que estaba un poco más cómoda de lo normal, me estiré soltando un largo bostezo, sentía como si hubiera dormido muchísimo. Con los ojos aún cerrados por el cansancio camine hasta mi baño, y como pude me senté en el retrete para hacer mis necesidades mañaneras.

El piso se sentía diferente, pero imaginé que era por el dolor en la planta de mis pies, había trabajado muchísimo el día anterior, así que no le tome importancia. También hacia más calor, pero no me molestaba.

—Tendré que lavarme la cara, no soporto el sueño— dije para mi misma tomando mi cara entre mis manos, aún no podía despegar los párpados.

Di otro pequeño bostezo, y cuando termine de hacer lo que debía baje la palanca. Tantee con mis manos el lavabo para ver si podía encontrar la palanca del grifo. Cuando lo hice, inmediatamente me refresque la cara con agua fría, talle mis ojos, tal vez tenía lagañas y por eso no podía abrirlos.

Con mi mano libre busque una toalla para secarme la cara y terminar de frotarme los párpados.

Cuando levante mi vista hacia el espejo del baño, casi me desmayo.

—¡PERO QUE MIER...!

𝑁𝑎𝑟𝑟𝑎𝑑𝑜𝑟.

Al otro lado del pueblo, en una casita llena de vida y color, la familia madrigal apenas comenzaba su día.
La matriarca Alma supervisaba que todo estuviera en orden, sin poner presión a nadie, ya había aprendido su lección, tan sólo quería asegurarse de que todos estuvieran bien.

—Buen día ma— Julieta Madrigal casi siempre era de las primeras en estar listas, le gustaba prepara el desayuno desde temprano para que todos estuvieran en la mesa reunidos.

—Buenos días Julieta.

—¿Ya están despiertos todos?, debemos preparar a casita para el cumpleaños de Antonio— Dijo Julieta mientras secaba con un trapo sus manos.

— Si, ya están casi todos, sólo Bruno sigue dormido, pero no importa, podemos comenzar con los preparativos. No podemos perder tiempo, los invitados llegarán para comer.

Julieta asintió.

—Necesito que ____ llegue temprano, el pastel debe quedar antes que todo.— Miro por una de las ventanas de la cocina para buscar con la mirada a la castaña, pero no se veía por ningún lado.— Seguro y otra vez se quedó dormida.

—Esa niña siempre se demora. —Exclamó con una sonrisa la mayor de la familia.— ¡Camilo!— Llamó al chico.

—¿Si abuela?— Entró a la cocina el susodicho.

—Necesito que vayas a buscar a ___ a su casa, otra vez se le hizo tarde y Julieta necesita su ayuda. ¿Podrías hacerme ese favor?.

—Claro, ahora vuelvo. ¿Necesitan algo más del pueblo?— preguntó el chico a su familia.

—No, muchas gracias Camilo— Dijo Julieta.

El castaño salió de casita rumbo a casa de ____, en el camino saludo a unos cuantos amigos y personas conocidas. El camino era corto así que no tardo demasiado en llegar.

— Que se me hace que si se quedo dormida— Dijo con burla. No era raro que la chica siempre llegara tarde a donde fuera.

Llegó a la puerta de la casa y dio unos leves golpes. Espero a que alguien abriera o gritara pero todo era silencio.

𝓦𝓲𝓼𝓱- 𝐵𝑟𝑢𝑛𝑜 𝑀𝑎𝑑𝑟𝑖𝑔𝑎𝑙 𝑋 𝑇𝑢́Donde viven las historias. Descúbrelo ahora