𝟮𝟬

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Narra _____.

Desperté.

Abrí los ojos lentamente y observé el techo por algunos segundos.

Giré mi cuerpo esperando encontrarme con un Bruno dormido a mi lado, pero esta vez la cama estába vacía. Al parecer había despertado mucho antes que yo.

Mire el reloj en la pared para darme cuenta de que casi eran las 11 de la mañana, una hora poco usual en mí para despertar.

Tallé mis ojos y me levante, estirándome.

Me dirigí al baño que estaba en el cuarto de Bruno para lavarme la cara e intentar quitar la pesadez que sentía.

Un dolor en mi vientre bajo me hizo soltar una mueca de incomodidad. Mis ojos se abrieron con sorpresa al reconocer ese característico malestar.

"Ay por favor, que si sea". Implore para mi misma en mis adentros.

Me senté en el retrete para después soltar un chillido de emoción. Creo que nunca había estado tan agradecida y emocionada de que mi regla llegara, al menos no desde mis etapas de noviazgo.

—¡Si!, gracias, gracias, gracias—Suelto con emoción—Te prometo que no vuelvo a hacer nada de eso sin cuidarme...o bueno, más o menos—Sonrío para mi misma.

No voy a prometer cosas que no puedo cumplir, ¿verdad?.

Apenas me aseo, regreso al cuarto de Bruno. Ahora tenía que averiguar en donde encontrar una toalla sanitaria.

Realmente no había pensado en eso hasta ahora.

Tendría que pedírselas a Dolores.

Tome una toalla y saqué una muda de ropa limpia del closet. Esta vez usaría uno de los shorts que Mirabel me ayudo a confeccionar, claro que ella había echo la mayor parte, suficiente había echo yo cociendo los extremos de la tela a mi vestido.

Me despoje de mi pijama para después entrar al agua, algo fría por cierto, soltando un suspiro en el momento.

Lavé mi cabello y cuerpo con el jabón de lavanda que recientemente había comprado. Olía increíblemente bien para ser sincera, nisiquiera los jabones "artesanales" que solía comprar en mi realidad eran tan buenos como este.

Cuando termine, me vestí con el conjunto que había elegido anteriormente. Tuve que usar una de las infalibles técnicas del papel de rollo para evitar manchar mi short nuevo, al menos en lo que conseguía algo decente para mis urgencias femeninas.

Baje a la cocina en donde como casi siempre, toda la familia Madrigal estaba reunida.

—¡Ay por Dios, me encanta!—La voz alegre de Mirabel me hace dar un brinco—¡Le queda precioso!.

Sonreír ampliamente y mire mi short.

—Como no, si está confeccionado por la mismísima Mirabel Madrigal—Dije.

—¿Mirabel Madrigal, esa quien es?—Contestó en broma.

Reí.

—Me parece que una modista famosa y muy solicitada en el pueblo. Eh escuchado por ahí que sus bordados son preciosos y muy aclamados—Seguí con el juego.

—Tan famosa no es, ni un su casa la conocen—Camilo apareció detrás de mí con una sonrisa burlona mientras comía un pedazo de pan.

Mirabel entrecerró los ojos.

—Tu no juegas Camilo. No das risa.

Negué con una sonrisa ladeada. Estos dos nunca paraban de pelear.

𝓦𝓲𝓼𝓱- 𝐵𝑟𝑢𝑛𝑜 𝑀𝑎𝑑𝑟𝑖𝑔𝑎𝑙 𝑋 𝑇𝑢́Donde viven las historias. Descúbrelo ahora