𝟭𝟴

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1999

Narrador.

El timbre que indicaba el final de las clases sonó.

Mientras que para otros niños esto era un alivio para poder regresar a casa a jugar, para la pequeña _____ era el indicador de que tenía que volver junto a su madre. Saber que tenía que estar toda la tarde con ella le causaban ganas de vomitar de los nervios.

Si bien solía pasársela en su habitación encerrada todo el día, no podía evitar toparsela en la cocina o en la sala, era su madre, obviamente vivía ahí.

Suspiro fuertemente cuando la Van la dejó frente a su casa. Apretó la correa que sobresalía de su mochila con nervios y camino.

Limpio la suela de sus tenis en el tapete de la entrada, para evitar ensuciar el piso de mármol que su madre tanto cuidaba. Ya una vez había dejado huellas de lodo sin querer, y se había llevado unas nalgadas como castigo, definitivamente no quería repetirlo.

Abrió la puerta principal y entró.

Sintió alivio cuando no vio a su madre en la cocina, eso significaba que probablemente había salido.

Subió a su cuarto rápidamente para cambiarse el uniforme.

Le puso seguro a la puerta de su habitación y se despojó de la ropa escolar. Se colocó un pants cómodo y una playera que le quedaba algo grande con estampado de princesas. Se dejó los calcetines y se coloco sus pantuflas favoritas.

Se quedó un minuto pensando en que hacer, hasta que su estomago rugió. Tenía hambre.

Tomó la decisión de bajar a la cocina para prepararse algo fácil.

Abrió el refrigerador y buscó entre los cajones algo que pudiera cocinar en poco tiempo. Para tener 7 años le gustaba mucho cocinar y prepararse sus propias cosas, claro que tampoco era que su mamá le cocinara mucho.

Al final, termino haciéndose de comer pasta con atún. No le gustaba mucho, pero era lo único que había en la alacena.

La niña se dispuso a comer tranquilamente, amaba estar sola en casa, o al menos no con su mamá, hasta que de pronto, unos gritos fuera de la casa llamaron su atención.

Se levanto de la mesa y corrió hasta la ventana del frente para ver lo que sucedía.

Sus ojos se abrieron de par en par cuando vio a sus padres peleando a gritos en la acera. Su corazón se aceleró cuando vio a su padre.

Rápidamente salió de la casa con la intención de correr a los brazos de su papá, pero un fuerte jalón la detuvo.

—¡¿Que rayos crees qué haces _____?!—Grito su madre—Metete a la casa—Le ordenó apretando su brazo.

—Pero...

—Deja a la niña Gala—La voz de su padre llamó su atención. El se acercó a ambas.

_____ se removió entre los brazos de su madre para zafarse y correr hacia el hombre.

—¡Papi!— Cerro los ojos fuertemente cuando sintió los brazos de su padre rodeándola y abrazándola contra su pecho.

Por fin se sentía segura.

—Suéltala—Escucho la voz de su mamá a sus espaldas—No tienes derecho a verla.

_____ sintió un jalón nuevamente, pero se aferró a los brazos de su padre. No quería alejarse, no quería que la dejara. Sabía que si se alejaba de él, probablemente su mamá la encerrara en la casa para que no lo viera.

𝓦𝓲𝓼𝓱- 𝐵𝑟𝑢𝑛𝑜 𝑀𝑎𝑑𝑟𝑖𝑔𝑎𝑙 𝑋 𝑇𝑢́Donde viven las historias. Descúbrelo ahora