𝟮𝟭

231 42 11
                                    

Narra ____.

—Muy bien, repasemos lo que sabe hasta ahora ¿si?.—Asentí a Mirabel.

Se que se preguntarán qué es lo que está pasando, así que aquí va el contexto. Desde hace una semana Mirabel comenzó a darme clases acerca de...mi vida, básicamente. Había estado tomando mi tiempo para "recordar" mi historia con Bruno y con la familia Madrigal, para mi sorpresa, nos habíamos conocido en una fiesta del pueblo. Algo raro para ser Bruno y estar rodeado de más personas.

—Bueno, Bruno y yo nos conocimos en la fiesta del pueblo, justamente un 23 de Mayo. Yo tenía un vestido amarillo y él vestía...lo mismo de siempre—Reí—El choco conmigo y me dio un pisotón a lo que comenzó a disculpase conmigo como loco casi con un ataque de ansiedad. Se ofreció a comprarme un par de zapatos nuevos aunque le dije mil veces que no era necesario, aún así no paro de insistir a lo que acepté. Después de eso, por cosas del destino comenzamos a vernos más seguido hasta que...

Diablos olvide esa parte. Entrecerré los ojos para pensar un poco hasta que Mirabel habló.

—Hasta queee, mi tío Bruno la inv—

—¡Me invito a salir formalmente!—Interrumpi con un grito.

—¡Si!—Levanto los brazo y ambas celébramos.

—Dios, que difícil es aprenderse mi propia historia—Dije mientras me tiraba de espaldas a la cama de Mirabel—Solo espero que nunca nadie me pregunte por ese día—Lance un suspiro.

—Tranquila tía, no creo que eso pase—Me tranquilizó la de lentes.—Además, a mi tío Bruno le encanta contar la historia de como se conocieron.

—¿De verdad?—Pregunté mirándola.

—Si, dice que es como un milagro que alguien como usted se haya fijado en el—Se encogió de hombros.

—¿Alguien como yo?—Pregunte con extrañeza—No entiendo Mirabel, como que "alguien como yo"—Hize comillas con los dedos.

No entendía al cien por cien su comentario.

—Si, ya sabe, una chica bonita, reservada, trabajadora y que todo los chicos trataban de conquistar—Explicó—El tío Bruno juraba que usted no le haría caso en lo absoluto luego de saber que había rechazado a casi todos los chicos de pueblo.

Me incorporé sentadome en la cama ante su respuesta.

—¿Yo, rechazando a medio pueblo?.

Quería reír, carcajearme mejor dicho. Como era posible que yo en mi verdadera realidad era un cero a la izquierda para los hombres y aquí podía darme el lujo de rechazar a la mitad de un pueblo.

—No me lo tomes a mal Mirabel, pero no creo que eso sea posible, digo, solo mírame—Me señalé.

—La veo, y por eso le digo que usted es una de las mujeres más bellas del pueblo—Se sentó a mi lado—La mayoría de los hombres jóvenes en encanto estaban tras de usted como moscas—Rió—Y por eso el tío Bruno no se animaba a hablarle de nuevo, temia que si se acercaba para invitarla a salir usted lo rechazara como a todos, es por eso que dice que se siente el más afortunado de ser su prometido.

Aún escuchándolo no podía creerlo, me era difícil creer que alguien como yo se pudiera dar ese lujo, pero sobre todo, me sorprendía el saber que Bruno se sintiera de esa manera, tan afortunado de que "yo" estuviera a su lado. Estaba segura de que muchas en el pueblo darían lo que fuera por estar en mi lugar y no al revés.

—Ay Mirabel, en todo caso la afortunada soy yo—Sonreí— Se que más de una allá afuera está deseando estar en mi lugar. Bruno es un hombre maravilloso, quien no caería en sus encantos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 07 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝓦𝓲𝓼𝓱- 𝐵𝑟𝑢𝑛𝑜 𝑀𝑎𝑑𝑟𝑖𝑔𝑎𝑙 𝑋 𝑇𝑢́Donde viven las historias. Descúbrelo ahora