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—Otra vez tarde Valencia.—La voz de mi jefa a mis espaldas me hizo cerrar los ojos casi por inercia. Apreté los labios y gire para ver su expresión de desapruebo.

—Ineeees—Alargue su nombre con una sonrisa—Te juro que esta vez no fue mi culpa.

—Aja, como las ultimas 2 de la semana pasada ¿no?—Se cruzo de brazos.

—¡El uber me cancelo dos veces!, te juro que me levante temprano, e incluso salí media hora antes de mi departamento, pero mi vecino de enfrente me pidió ayuda par...

—____ basta, deja de darme tantas excusas y ve atrás a trabajar—Me señalo—Es la ultima vez que te la paso, ¡eh!—Sentencio con una expresión seria, que no duro mucho ya que después sonrió ligeramente y me aventó mi mandil en forma de juego.

—Si, si, si. Qué harías sin tu mejor pastelera—Rei mientras me ponía el mandil blanco con el logo de la cafetería.

Antes de entrar a la cocina me amarre el cabello en un moño alto y lave mis manos. Al entrar me encontré con Daniela, mi mejor amiga, la cual era encargada de hacer las decoraciones de los pasteles.

—Hola bella durmiente, ¿tarde otra vez? —Se burló mientras hacía flores de merengue sobre un piso de pastel.

—Ni que lo digas, otra vez se me pegaron las sábanas—Reí—Oh, hola Katie—Saludé a la pequeña hija de mi amiga, la cual casi siempre estaba con nosotros en la cafetería.

Daniela era madre soltera y no tenia quien cuidara Katie, de 5 años. La pequeña se encontraba de vacaciones así que por ahora se quedaba con nosotras. Katie era una niña muy diciplinada y educada, jamás hacia desorden o desobedecía a su mamá, por esa razón Inés, nuestra jefa, le daba permiso a Daniela de tenerla con nosotros en horario laboral. Lo único que Katie hacia era ver películas y colorear, por lo tanto, nunca nos daba más trabajo.

—Hola tía _____—sacudió su manita en forma de saludo. Despeine un poco su cabello haciéndola reír.—Tía, mi mamá quiere preguntarle algo.—Miró a mi amiga, la cual seguía concentrada en su pastel.

—¿A sí?—La pequeña asintió.

—Bueeeno, en realidad soy yo la que quiere, pero me da pena hacerlo—Sonrió con vergüenza.

—Katie, ¿por qué pena?—Me senté aun lado de ella para recargar mi mentón sobre mi mano, apoyándola sobre la mesa—Anda dime, ¿Qué quieres preguntarme?

—Mmmm yo—Guardo silencio un momento—quería saber si quieres ir con nosotras al cine, después de que terminen de trabajar—Ladeo la cabeza con una pequeña sonrisa—Es que, hay una nueva película que quiero ver, pero, no quiero que vayamos solo mami y yo. Aparte, mami dice que necesitas salir por que siempre estas encerrada.

Abrí la boca sorprendida y giré a ver a mi amiga, la cual solo aguantaba una risa.

—Yo...si quiero ir, pero—Alce un poco más mi voz—No es por que siempre estoy encerrada ¿okay?, iré solo porque... porque... yo también quiero ver esa película—Mentí.

—____.

—¿Sí?

—Katie ni siquiera dijo el nombre de la película.

Ambas rieron a lo bajo.

—Bueno, alguna buena película debe ser ¿no?

Luego de aquella charla, Daniela y yo comenzamos con nuestro trabajo. El día paso relativamente rápido en comparación a otros, no hubo muchos clientes por lo cual Inés decidió cerrar temprano la cafetería.

Saliendo, nos despedimos de ella y nos dirigimos al cine mas cercano, el cual se encontraba en el Mall de la ciudad. No tardamos mucho comprando las entradas y las palomitas, que yo compre, ya que Daniela se ofreció a pagar mi entrada, yo me ofrecí a comprar un combo para las 3.

𝓦𝓲𝓼𝓱- 𝐵𝑟𝑢𝑛𝑜 𝑀𝑎𝑑𝑟𝑖𝑔𝑎𝑙 𝑋 𝑇𝑢́Donde viven las historias. Descúbrelo ahora