𝓦𝓲𝓼𝓱- 𝐵𝑟𝑢𝑛𝑜 𝑀𝑎𝑑𝑟𝑖𝑔𝑎𝑙 𝑋 𝑇𝑢́

𝟬𝟲

Narra _____

Corrí hacia mi habitación para buscar algúna pista que me pudiera ayudar para saber como llegue hasta aquí.
Tome la ropa con la que dormía, mi pijama de siempre. La tela se veía completamente normal, no había nada raro en ella... más que ¿brillantina?. No, eran esos polvos "mágicos" de la abuela de Daniela.

Maldita sea.

¡Eso es!, los "polvos mágicos".

Una noche antes uno de los sobres se abrió y todo se esparció sobre mi cama... ¡mi cama!.

—Ay, no mierda— Me quejé cuando vi las sábanas llenas de ese polvo extraño.— ¿Pero como rayos pasó? Al parecer la abuela de Daniela SI era bruja— Exclamé asustada.

Caminaba de un lado a otro pensando por varios minutos pero nada se me ocurría, solo recordaba haber llegado cansada del trabajo para después tirarme a la cama a dormir... pero no pedí ningún maldito deseo, entonces ¿que hacía yo aquí?. No lo sabía, pero lo que sí sabía era que debía descubrir cómo salir.

"De verdad esto sólo puede pasarme a mi" Pensé.

No podía hablar en voz alta, o Dolores me escucharía y no quería parecer una loca.
El día de hoy había sido un mar de emociones, desperté en un mundo que no era el mio, con una casa que no es mía y comprometida con uno de los protagonistas de una película que tiene poderes gracias a una vela mágica. ¡Lo normal!.

Recogí mi ropa para dormir del piso, mañana vería en donde podía lavarla, así si que por lo pronto busque en los cajones algo cómodo para ponerme.

"Son ¿batas?... parecen de abuela" Dije en mi mente al sacar lo que parecía eran mis pijamas de un cajón. No eran mucho mi estilo, pero tampoco eran TAAAAN feas.

Tome una y me despoje de mi ropa para después colocármela. Sorprendentemente eran muy cómodas y frescas.

—Nada mal— Murmuré.

Me dediqué a revisar la habitación para ver si podía al menos saber algo sobre mi misma en este mundo.
Sobre un mueble había un par de retratos con fotografías que se veían no muy viejas. En una estábamos Bruno y yo, en lo que parecía un picnic, pero de noche. Yo mostraba mi mano con una gran sonrisa y llevaba puesto el anillo. ¡Era de cuando me pidió ser su esposa!. Bruno también sonreía ampliamente mientras me tenía tomada de la cintura.

Una mueca salió de mí inconscientemente... me hubiera gustado recordar eso.

En otro retrato, estaba yo sola mostrando un pastel. Tenía puesto un mandil con un bordado muy bonito, mi nombre también estaba bordado con letra cursiva sobre este.

"Aquí también soy pastelera" Pensé.

Y el último retrato era con toda la familia Madrigal. Todos estaban juntos, Bruno y yo estábamos en el centro; parecía una celebración por nuestro compromiso... ambos estábamos vestidos de un color beige y detrás había una pequeña lona con un "Felizmente comprometidos" escrito. La familia completa nos abrazaba.

No pude evitar sentirme triste... aquí tenía una familia.

Suspire y volví a recorrer lo que quedaba de la habitación. No era muy grande a decir verdad, pero era linda. El piso era de madera y tenía unas cuantas plantas adornando algunos rincones, también había algunas velas aromáticas en los estantes junto con otro objetos, entre algunas que reconocí pude ver algunos cuarzos y piedras preciosas. Al parecer me gustaba leer, ya que tenía un librero lleno y era raro por que en mi verdadero mundo casi nunca leía. También había un espejo pequeño encima de un tocador donde había algunas cosas de uso personal, como maquillaje y cepillos.