A.F.H.M.i.t.Z.A.

22.1

De repente, Bei Nuan ya no tenía miedo.

Contemplando el rostro arrogante de Huo Ren, Bei Nuan se imaginaba frenéticamente una escena en la que miles de sacos de arroz se le echarían encima.

"¿Qué le pasa al Hermano Huo?" Huang Mao detrás de Bei Nuan murmuró: "¿No estás de buen humor?"

Bei Nuan pensó para sí misma: "Míralo, no está de mal humor, está de buen humor, ¿verdad?

"Quédate aquí, vuelve a tu habitación si quieres, yo subiré a comprobarlo".

Dijo Huang Mao y se fue.

Realmente no necesitaba vigilar a Bei Nuan, el lugar estaba rodeado de altos muros, y Bei Nuan no era un pájaro, así que no podría salir volando aunque quisiera.

Cuando Bei Nuan volvió a levantar la vista, Huo Ren ya había desaparecido del balcón.

Unos guardias armados se acercaron y arrastraron al hombre de mediana edad lejos de los brazos de la madre y la hija.

Los que acababan de ser espantados asomaron la cabeza de nuevo al patio y preguntaron en voz baja: "¿Por qué hubo un tiroteo repentino?".

Los guardias dijeron suavemente: "Nuestro jefe vio a este hombre mutando desde arriba, así que lo mató a tiros".

Algunos lo creían de verdad, otros lo creían a medias, pero tanto si lo creían como si no, nadie se atrevía a decir una palabra.

Cuando Huang Mao no regresó, Bei Nuan se adentró en el patio.

En efecto, Lu Xingchi y los tres habían salido de un edificio del fondo.

Mucha gente estaba sentada en las escaleras bajo la sombra de los árboles del exterior del edificio, Lu Xingchi se acercó y se sentó, Bei Nuan miró a su alrededor y le siguió.

Era una rara ocasión en la que el Gran Jefe Lu era tan discreto, y parecía muy nuevo.

Cuando vio venir a Bei Nuan, no desvió la mirada, sino que utilizó su cuerpo para escudarse y estiró sigilosamente su mano, encontrando la de Bei Nuan para cogerla.

Sus dedos eran largos y fuertes, y su palma era cálida, más grande que la mano de Bei Nuan, y la envolvía con fuerza.

La nariz de Bei Nuan se agrió de repente.

Bei Nuan tuvo la tentación de preguntarle: ¿has seguido el arroz y los huevos revueltos aquí?

Una vez más, sintió qué era una tontería.

Había algo que se puso en la mano de Bei Nuan.

Resultó que vino a darle la mano porque tenía algo que darle.

Las dos cabezas de bala y los dos casquillos ya estaban deformados.

Lu Xingchi susurró: "El hombre que murió en el muelle y el que fue silenciado en el pequeño hotel la última vez fueron ambos disparados a corta distancia, fíjate bien, las balas extraídas son las mismas".

Se refería a la persona que había sido silenciado en el hotel de las afueras de Ningcheng el día del brote zombi.

Al no saber cuándo había sacado las balas, Bei Nuan no se dio cuenta en absoluto.

El dueño de esa tienda en ese momento se asustó mucho y dijo que había escuchado algo... Bei Nuan pensó para sí mismo.

El inhibidor del virus zombi.

     La actividad principal de la empresa es ofrecer una amplia gama de productos y servicios al público. Mencionaron el inhibidor del virus zombi y quiero averiguar qué pasa".