A.F.H.M.i.t.Z.A.

32

El pequeño coche de hierro se detuvo frente a un restaurante de comida caliente.

Los zombis que habían estado corriendo tras el pequeño coche de hierro oyeron el sonido del motor de Lu Xingchi y de su todoterreno y su atención fue atraída hacia él, todos se apresuraron y se unieron al ejército de perseguidores de coches detrás del todoterreno.

"Hay alguien en ese pequeño coche de hierro, ¿verdad?"

A Du Ruo le picó la curiosidad el pequeño coche de hierro, y extendió la mano para golpear el respaldo del asiento de Lu Xingchi: "¿Paramos y echamos un vistazo?".

Lu Xingchi no dijo nada y se detuvo.

Parecía indiferente, con poca expresión, pero los que le conocían bien podían ver que estaba molesto.

Había estado de mal humor durante los últimos días.

Después de que Bei Nuan le besara una vez en la biblioteca de la Universidad de Shui ese día, se negó a hacer ningún movimiento íntimo con él nunca más.

Defenderse de él era como defenderse de un ladrón.

Los dos tuvieron muchas oportunidades de estar a solas, pero nunca se acercó a Bei Nuan.

El gran jefe Lu no habló en absoluto cuando conducía hoy, y ahora, cuando salió del coche, sostuvo su ballesta y asentó las docenas de zombis que seguían detrás del coche sin decir una palabra antes de preguntar: "¿Qué coche de hierro pequeño?"

Todo el mundo lo vio, pero él no lo vio en absoluto, y no tenía ni idea de en qué se estaba metiendo.

Bei Nuan asomó la cabeza por la ventanilla del coche y se lo señaló. El coche ya había pasado un poco, y estaba un poco lejos.

Lu Xingchi sólo miró hacia allí, luego se acercó para abrir la puerta del coche a Bei Nuan y le extendió el brazo.

La puerta no era demasiado corta, así que Lu Xingchi quiso sacarla del coche.

Bei Nuan se agachó inmediatamente.

"¿Por qué me evitas?" Lu Xingchi no la forzó y preguntó en voz baja: "¿No puedes ni siquiera darme un abrazo?".

Du Ruo y los demás ya se habían bajado del coche y subido a la acera, dirigiéndose al coche.

Bei Nuan se zafó de su brazo y saltó ligeramente del coche, respondiendo en voz baja: "No es correcto en nombre".

Lu Xingchi siguió su lógica por el camino y dijo con calma: "Entonces sé mi novia".

Bei Nuan se negó secamente: "No quiero".

"Si no quieres, no lo hagas, no te obligaré. Pero, ¿hay necesidad de estar tan lejos de mí? ¿Ni siquiera un abrazo o un beso de vez en cuando?" preguntó Lu Xingchi en voz baja.

"No." Bei Nuan respondió con fluidez: "No es correcto en nombre".

"Entonces sé mi novia".

"No quiero".

Lu Xingchi: "......"

Atrapado en un callejón sin salida.

Después de que Bei Nuan guardara el todoterreno, vio que el pequeño coche de hierro, no muy lejos, había entrado silenciosamente en la tienda de ollas calientes mientras ningún zombi prestaba atención.

Había cuatro o cinco escalones en la entrada de la tienda, realmente subía sin problemas, y no sabia cómo lo hacía, era muy sorprendente.

Ellos  lo siguieron a la tienda de ollas calientes en secreto.