A.F.H.M.i.t.Z.A.

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Bei Nuan no sabía en qué estaba pensando.

Cuando estaba en el bosque, vio a una madre lince con su cría.

La cría de lince seguía a su madre, olfateando aquí y allá, estirando el lomo y bostezando mucho.

La cría de lince tenía un aspecto tan tierno y esponjoso que conquistó al instante el corazón de Bei Nuan con su cara.

Sin embargo, la madre lince se fijó en Bei Nuan y se mostró un poco recelosa. Sólo pasaba por allí y no tenía intención de atacar a Bei Nuan y desapareció rápidamente en la oscuridad con su bebé.

El lince es un muy buen ejemplo de cómo sacar lo mejor de un lince.

De todos modos, aquí nadie podía verle, así que se bajó con las manos en el suelo, imitó al lince bebé, se agachó y estiró la cintura, y dio un gran bostezo.

Y funcionó.

Se convirtió en una joven hembra de lince.

No parecía exactamente igual que la cría de lince de ahora, sino un poco más pequeña y con un pelaje más brillante.

En definitiva, era un pequeño lince.

Por primera vez en su vida, Bei Nuan estaba un poco emocionada por ser una felina.

Corrió arriba y abajo por el bosque durante un rato, se subió a un árbol durante un rato y de repente recordó que podía enseñárselo a Lu Xingchi.

Sería un desperdicio no lucir un abrigo tan bonito.

El campamento estaba a oscuras, con sólo una pequeña luz de vela que salía de la tienda, y Bei Nuan se deslizó silenciosamente al amparo de la oscuridad.

Después de todo, había más carne en el lince que en el pájaro, por lo que alguien podría estar pensando en utilizarla de nuevo como merienda de medianoche.

El interior de la tienda también estaba iluminado con velas, la cortina estaba medio enrollada pero no bajada del todo, por lo que era fácil para Bei Nuan asomarse al interior.

En cuanto se asomó, Jiang Fei se fijó en ella.

Jiang Fei estaba sentado frente a la puerta, como si estuviera pelando algo, cuando de repente levantó la cabeza y miró hacia aquí, con alarma en los ojos.

Bei Nuan se apresuró a dar dos pasos atrás.

El lince no era un ave después de todo, no era tan común, ¿realmente quería entrar en la tienda tan abiertamente? ¿O debe encontrar una manera de llamar a Lu Xingchi?

Cuando Jiang Fei volvió a bajar la cabeza, Bei Nuan se acercó y volvió a mirar en silencio dentro de la tienda.

Esta vez, Bei Nuan vio a Lu Xingchi.

No era sólo Lu Xingchi.

Lu Xingchi estaba sentado en su litera y tenía la palma de la mano levantada delante de él, mirando atentamente lo que tenía en la palma a la luz de las velas.

Era un pequeño y feo lagarto.

Pero tenía una sonrisa en la cara, y la miraba con una mirada tan suave que podría haberse derretido en el agua.

Incluso estiró los dedos y acarició suavemente la cabeza del feo lagarto con un gesto incomparablemente suave.

El corazón de Bei Nuan se retorció de repente y se agitó.

Sabía con su cerebro que Lu Xingchi era tan estúpido como para confundir a ese lagarto con ella.

Aunque sabía que la estaba confundiendo con otra persona, Bei Nuan seguía estando muy molesta.