A.F.H.M.i.t.Z.A.

25.1

Hoy, cuando Du Ruo fue a ayudar al chico que colgaba de la puerta, su novia le arañó como una loca y vio sangre en ese momento.

Debido a que el agarre no era profundo, Du Ruo no se lo tomó demasiado en serio y se aplicó un poco de ungüento.

Lu Xingchi y Jiang Fei estaban obviamente pensando en lo mismo, y se quedaron en silencio al mismo tiempo.

El primero en hablar fue Lu Xingchi, que señaló a los dos en el suelo y preguntó a Bei Nuan: "¿Tienes guantes? Las bolsas de plástico están bien, y una linterna, necesito ver sus heridas".

La esperanza surgió de repente en el corazón de Bei Nuan.

Así es, si el chico fuera el que se lesionó y mutó primero, a Du Ruo no le habría pasado nada.

Bei Nuan sabía en su corazón que, justo al lado de la puerta trasera, lo que había oído eran los gritos del hombre, y cómo lo pensó, parecía que estaba siendo atacado por su novia en ese momento.

Pero era mejor tener esperanza que no tenerla.

Sin embargo, el resultado fue decepcionante.

Un barrido de la linterna mostró varios arañazos evidentes en los tobillos expuestos de la chica que se habían anudado, las heridas del tipo eran recientes, todas en la cabeza y el cuello.

Era evidente que la chica había sido arañada en el tobillo por un zombie, que había mutado durante la noche y atacado a su novio.

Lu Xingchi se levantó, se quitó los guantes y le dijo al jefe de la Banda de Jiangdong: "Todo está bien aquí, algunos queremos irnos".

El jefe de Jiangdong tenía una mirada difícil.

La razón principal era que había visto a Lu Xingchi matar a un zombi mutado en segundos con sólo una ballesta, y no podía dejar que alguien con una capacidad de lucha tan fuerte se fuera tan fácilmente.

"¿Por qué no esperan hasta mañana por la mañana y lo discuten con todos antes de ......"

Lu Xingchi le interrumpió: "Nuestra gente fue arañada por estos dos durante el día, tenemos que irnos".

Du Ruo levantó francamente su mano derecha y mostró a todos las marcas de arañazos en el dorso de su mano.

El jefe de Jiangdong no se atrevió a hacer otro sonido.

Dejarlos atrás no podía asumir la culpa.

Si mutaran, habría grandes problemas.

El jefe de Jiangdong rápidamente trajo a otros jefes también.

La decisión se tomó muy rápidamente, y Lu Xingchi y su grupo fueron enviados a la puerta trasera sin problemas.

Todos ellos estaban un poco tocados por el hecho de que no querían involucrar a todo el mundo y se habían exiliado.

El jefe de Jiangdong echó una mirada comprensiva a Du Ruo y le dijo a Lu Xingchi: "Cuando esté bien, son bienvenidos a volver cuando quieran".

El jefe  de Jiangxi también hizo una declaración a Bei Nuan: "No importa dónde estés, sigues siendo el jefe de nuestro Refugio de la Prision 9".

El líder de los estudiantes asintió con la cabeza.

Bei Nuan pensó para sí misma: "Sí, de todos modos no puedes elegir a nadie más."

Bei Nuan les hizo un gesto con la mano y les dijo con sinceridad: "No nos despidan, ya es tarde, deberían volver a la cama".

Lo principal era que si no se daban prisa en volver, Beinuan no podría sacar el auto.