A.F.H.M.i.t.Z.A.

13.2

Bei Nuan volvió a mirar al río, aceptó y se dio la vuelta para marcharse.

Lu Xingchi la llamó de nuevo.

"Bei Nuan, mañana cuando pasemos por Jiangcheng, encontraré un lugar relativamente seguro para ti. Tiene espacio, y hay suficientes recursos en el para que dures mucho tiempo".

Bei Nuan: ????

¿Qué quieres decir? ¿Todavía intentaba echarla?

Todavía no había digerido la olla caliente, y ya flipó, ¿y no quería ese espacio tan grande y bonito?

Pero estaba un poco más avanzado que antes, sabía que no podía dejar a alguien al lado de la carretera, tenía que encontrar un lugar relativamente seguro para ella.

Si no le seguía, no podría aumentar su valor de madre santa, y Bei Nuan pensaba rápidamente en su cabeza.

En cualquier caso, lo primero fue poner una expresión de agravio.

Lu Xingchi la miró fijamente durante unos segundos y, de repente, se inclinó hacia abajo.

Estaba tan cerca que su aliento rozó la mejilla de Bei Nuan, y ésta retrocedió instintivamente.

Pero él la agarró por el hombro.

Cuando Bei Nuan pensó que estaba a punto de lanzarse al ataque de los lobos en la noche de luna llena, Lu Xingchi la hizo girar y la obligó a enfrentarse al río que se arremolinaba y se precipitaba.

"Te lo dije hace mucho tiempo, no me como tu juego de compasión, no soy Du Ruo" dijo Lu Xingchi justo al lado de su oreja, con una voz suave e involuntaria.

"En realidad, ni siquiera tengo que tomarme todas estas molestias, sólo dar un pequeño empujón ahora y te irás. Mañana por la mañana decirle a Du Ruo que te escapaste con las provisiones y el dinero  en medio de la noche, solución perfecta".

Bei Nuan parpadeó y sus ojos se dirigieron al lado de Lu Xingchi.

"No habría costado tanto esfuerzo". Bei Nuan dijo: "Si realmente querías deshacerte de mí, ¿no habría sido más rápido dejar que el zombis me masticará ahora mismo?".

Al ser pinchado por ella sin piedad, la expresión de Lu Xingchi era un poco avergonzada.

Lu Xingchi se enderezó: "¿Tienes parientes en otros lugares? Si es así, puedo enviarte allí".

Bei Nuan respondió con suavidad: "No, realmente no. Crecí en un orfanato y mis dos padres murieron".

Lu Xingchi apretó los dientes traseros y reveló una terrible sonrisa: "Bei Nuan, no deberías seguir desafiando mi paciencia".

Realmente parecía ser capaz de ver a través de las mentiras.

Bei Nuan se lo pensó y decidió decir la verdad: "Aunque es cierto que no me crié en un orfanato, mi madre enfermó y murió cuando yo era muy pequeña, y siempre fue mi padre quien me crió".

Esta vez, lo que se dijo era cierto, no la vida de Bei Nuan en el libro, era en realidad la propia de Bei Nuan.

"Mi padre fue especialmente bueno y paciente conmigo, me enseñó todo tipo de cosas y me llevó a jugar desde pequeña, incluso sin mi madre, no lo sentí mucho".

"Más tarde, cuando estaba en la escuela secundaria, hubo una chica en la unidad de mi padre que rompió con su novio, que encontró su camino en la unidad".

"Los dos hablaron y se separaron, y el tipo sacó un cuchillo".

"Nadie se atrevió a ayudar, sólo mi padre lo hizo".

"El hombre fue sometido por mi padre y se confesó a su novia, y cuando mi padre lo dejó ir e intentó marcharse, de repente apuñaló a mi padre por la espalda".

"Antes de que pudiera llegar al hospital, se había ido".

"Así que sí perdí a mis dos padres y no estaba mintiendo".

Bei Nuan miró a Lu Xingchi con sinceridad.

"¿Y entonces?" preguntó Lu Xingchi, observando su pequeño rostro.

"¿Y después qué?"

"No has terminado".

El gran jefe era muy bueno leyendo corazones, y Bei Nuan continuó de mala gana.

"Más tarde, tras la muerte de mi padre, los gastos escolares y de manutención se convirtieron en un problema".

"La policía vino a investigar y la familia de la chica, probablemente temerosa de que les pidiera dinero, inició el rumor de que mi padre había tenido acercamientos con la chica y que sus intenciones no eran puras".

"También surgieron rumores en el piso de que mi padre tenía una aventura con esa chica y quería encontrarme una madrastra".

El tono de Bei Nuan era tranquilo mientras hacía una pequeña conclusión: "Así que al final, ni siquiera contó como ver la justicia, contó como una disputa emocional".

"¿Y entonces?" Lu Xingchi volvió a preguntar.

"¿Qué más hubo después? Luego lo pasé bastante mal, pero fue mejorando, hasta que me encontré con todo este asunto del brote zombi. He terminado".

Lu Xingchi miró a Bei Nuan durante un momento sin moverse, y de repente extendió una mano y le tocó suavemente la cabeza.

Bei Nuan levantó la cabeza y le miró con ojos esperanzados contra su palma.

Como resultado, dijo: "Vete a la cama, ve a Jiangcheng mañana y encuentra un lugar para ti".

¿Incluso con una vida tan trágica, la echará?

Bei Nuan suspiró, dejó la orilla del río y volvió al coche.

Se acostó, pero no pudo dormir.

¿Qué pasó después?

Más tarde, cuando terminaron los primeros siete días de papá, todos los demás celebraban el Año Nuevo.

En ese momento, la casa de Bei Nuan aún no estaba en el ámbito de la prohibición de los petardos, el patio de la unidad familiar tuvo un sonido de petardos.

La casa de la chica estaba en el edificio de al lado, así que bajó y soltó unas decenas de miles de anillos en particular para librarse de la mala suerte.

En medio del interminable sonido de los petardos, Bei Nuan se preparó un cuenco de fideos y los comió de un bocado.

A partir de entonces, se decidió a vivir sólo para sí misma, y la muerte de los demás no tenía nada que ver con ella.

La luz de la luna brillaba a través de la ventanilla del coche, tan fría como la nieve, iluminándolo todo sin ningún sesgo. Bei Nuan pensó durante un rato en su padre y poco a poco se fue quedando dormida.