Veinte

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Harry suspiro fastidiado, no sabía cuantas veces había suspirado con el mismo sentimiento a lo largo del día pero estaba seguro que como mínimo unas 15 veces.

Estaba sentado en una de las mesas de la biblioteca, varios libros alrededor y dos presencias sumamente molestas a cada lado. No había podido avanzar con sus deberes porque cada vez que quería escribir Granger miraba su hoja y hacía comentarios sobre lo que le faltaba a su ensayo. Era claro que faltarían cosas cuando apenas había escrito 10 renglones, pero no se lo haría ver a la estúpida y molesta chica, ya suficiente saliva había gastado en negarse a jugar ajedrez con el chico Weasley.

- ¡Lo encontré! -

Harry iba a ignorar la enorme exclamación de Granger que se llevó una mala mirada y una advertencia de que serian sacados de la biblioteca por parte de Madame Pince, pero la castaña lo llamo por su nombre y puso el libro sobre la poca tarea que había podido adelantar en la primera media hora que había pasado con ambos Gryffindor's.

- ¿Que demonios quieres? -

Granger le miro mal como amonestando su lenguaje pero no dijo nada al respecto, solo señaló con su dedo la página que había abierto, Harry rodo los ojos antes de mirar lo que ella le señalaba.

- ¿Se supone que un artículo sobre la piedra filosofal me va a ayudar a terminar mi tarea de pociones sobre venenos? -

- No, Harry, esto guardan en el tercer piso -

- ¿Y a mi eso que me importa? -

- ¿No tienes curiosidad? Han estado muy sospechosos con respecto a ese piso, incluso nos han prohibido subir ahí -

- Debe ser por una razón, mira, no se porque sabes esto pero no me interesa, tengo suficientes problemas en mi vida como para preocuparme por algo como esto -

- Pero Harry... -

- ¡Soy Potter! -

- ¡Fuera los tres! ¡Ahora! -

Harry no tardo en guardar las pocas cosas que había sacado y salir rápidamente de la biblioteca, Granger pareció aturdida porque Madame Pince los estaba echando y Weasley estaba siendo demaciado lento al guardar sus cosas por lo que Harry aprovecho para salir corriendo en cuanto piso el pasillo. Al estar frente a las escaleras que bajaban a las mazmorras se tomo un momento para recuperar el aire que había perdido bajando hasta ahí. Estaba por dar un paso para bajar las escaleras cuando su profesor de pociones salió de imprevisto por ellas, ambos se miraron unos segundos antes de que el mayor siguiera su camino.

No habían hablado desde la noche anterior y no sabia como abordar ninguno de los temas que tenían pendientes, solo quedaban pocas semanas de clases y había dos de ellas que estarían repletas de exámenes de fin de año así que no tendría tanto tiempo disponible para hablar con su profesor que estaría ocupado corrigiendo exámenes, tareas y dando clases. Y ahora que se ponía a reflexionar tendría que buscarse algún tiempo para darle clases de Anclaje a su profesor, no estaba dispuesto a posponer el aprendizaje, no cuando estaba en juego la vida de su profesor. Si llegaban a enterarse que el mayor no estaba aprendiendo nada, que no aportaba nada al grupo y que tenía el conocimiento de la existencia de ellos, no tendrían piedad ni razones para no matarlo.

Era mejor cubrir todos los puntos antes de que algo ocurriera.

Harry se desvió de su camino y salió a los terrenos, ¿Iba a hacer algo que picaría su orgullo? Si, pero necesitaba algo de ayuda con la educación de su profesor y aunque estaba mas que enojado con su Maestro era el único que podría ayudarlo era él. Aunque mientras mas se acercaba a la lechuceria mas estaba convencido que tenia otra persona a la que recurrir, o mas bien dos personas con caras idénticas. 

ExorcistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora