Dieciocho

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Harry no explico porque de repente estaba llorando, solo cerro la caja y la guardo en su tunica, Bastian no quiso que llorara así que fue y lo abrazó. Luego de eso se paro a hacer payasadas simulando ser un dinosaurio, a Harry se le olvido un poco la tristeza, nunca lo había dicho en voz alta pero siempre había anhelado tener padres y saber que su madre había pensado en él de esa forma había llenado su corazón de un calorcito reconfortante.

Los demás Slytherin's bajaron a las 11 de la mañana, para ese entonces Sebastian se había sacado el traje de dinosaurio y aunque Harry lo intento, Bastian fue el culpable de que hubiera un pequeño DinoPotter sentado en la sala común comiendo un pedazo de tarta de melaza mientras esperaba a que se hiciera la hora de comer. Los mayores halagaron a los dos niños que recibieron las palabras bonitas con una sonrisa tímida.

- Hola Harry -

- Buenos días, prefecta Wagner -

- Oh, ¿Por qué tan formal? Ya te dije que puedes decirme Verónica -

- Bien, Verónica-

- Así me gusta, lindo pijama -

- Gracias, me gusta tu suéter -

La chica llevaba un suéter color rojo con un reno de nariz roja, pero la nariz brillaba y eso llamaba la atención en su suéter.

- A mi también, mi mamá tiene una manía con tejer cosas extrañas pero bonitas -

- Es bonito -

- Gracias, ¿Qué hay para desayunar? -

- Los chicos estaban pidiéndole a los elfos algo de comer, aunque por la hora puedes pedir algo para almorzar -

- ¿Solo comerás tarta de melaza? Debes cuidar tu alimentación, Harry -

- Comeré algo más tarde, tengo una reunión con el profesor Snape -

- Eso no es excusa para que no comas bien, no queremos que otra vez te desmayes -

- ¿Cómo es que...? -

- ¿Quiénes crees que te llevaron? -

- ¿Tu? -

- Si, yo avise al profesor Snape y Sebastian te llevo en brazos hasta el castillo -

Harry se sonrojo, nunca supo como es que había acabado en la enfermería ese día y al parecer su amigo y la perfecta Wagner habían sido sus salvadores.

- Yo... gracias por eso -

- No fue nada, siempre estamos dispuestos a cuidar a nuestras serpientes, iré a comer, luego de tu reunión con el profesor Snape también deberías hacerlo -

- Bien -

Ella se fue y Harry se quedó pensando que a pesar de que en ese momento no era Slytherin ellos no habían dudado en ayudarlo, era una lastima que los demás no pudieran ver lo buenas personas que eran sus compañeros. En ese momento llego Bastian corriendo, con la cola de su pijama moviéndose de un lado al otro, en sus manos tenía un plato con una porción de torta de chocolate con fresas. Al parecer el pequeño Hufflepuff se estaba adaptando muy bien a estar en el nido de las serpientes.

- ¿No estas comiendo mucho dulce? Te dolerá el estómago -

- Estoy bien -

- Eso espero, no quiero tener que llevarte a la enfermería -

- ¿Qué quiere hablar contigo el profesor Snape? Parecen llevarse bien -

- ¿Llevarnos bien? -

ExorcistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora