Exorcista

Cuatro

Harry despertó algo mareado, y de inmediato sintió unos brazos en su espalda que lo ayudaron sentarse, su visión se aclaró un poco cuando le pusieron los lentes y en ese momento vio que quien lo había ayudado era Madame Pomfey. El menor la había conocido cuando se había torcido el tobillo explorando el castillo, había sufrido una de las bromas de Pevees y Harry se había enojado tanto por su torpeza, debería haber visto venir esa estúpida broma pero en cambio había caído redondito en ella y se había llevado un tobillo torcido junto con una estadía de un día en la enfermeria. Se había prometido no estar distraído en los pasillos, no mientras no se deshiciera de ese poltergeist.

El ojiverde se removió en su lugar y en ese momento notó que tenía puesta una pijama, rápidamente se fijo si aún tenia sus guantes y recordó que tenía puesto su broche de seguro para que no se los pudieran sacar. Madame Pomfey no vio la desesperación de Harry por ver si tenía sus guantes puestos porque estaba ocupada trayendo un pocion calmante, una vez que Harry tomo la pocion se sintió más calmado y Pomfey le hizo un análisis para ver si estaba todo bien. Teniendo el okey de Pomfey, Harry se volvió a poner su ropa y salió de la enfermeria, en la puerta estaba Severus, que lo esperaba para ir al despacho del Director a hacer su selección.

Los dos varones caminaron en silencio, Harry vio varios alumnos despiertos, en su mayoría Ravenclaw's que iban a desayunar temprano o a darle una visita a la biblioteca antes de comenzar las clases. Harry entrecerro los ojos cuando su profesor se detuvo a hablar con una chica de cabellos largos e imposiblemente negros de la casa de Ravenclaw, rodó los ojos cuando comenzó a tardar más, el hombre solo le estaba haciendo perder el tiempo y ni siquiera sabía a dónde iban como para adelantarse. Harry bufó en voz alta para hacerle saber a su profesor de su presencia y aunque le dio una mirada irritada, se despidió de su alumna y siguieron su camino al despacho del Director.

Harry subió detrás de su profesor y jalo irritado la capa de este cuando le pegó en la cara con la tela voluminosa, Severus se volteó fastidiado pero Harry se escabulló por debajo de sus brazos y subió rápidamente las escaleras, toco la puerta y en cuanto obtuvo el permiso para entrar lo hizo dejando atrás a su profesor. Obviamente entro caminando y no corriendo para que el director no preguntara nada, Severus entró detrás de Harry unos segundos después, pero recibió un comentario del director sobre que estaba algo viejo y tardaba subiendo las escaleras como él. Severus gruño irritado tanto por la broma de Harry como el comentario de Albus y solo se sentó ignorando los caramelos de limón que el director le ofreció. Harry quiso sonreír de forma burlona por la actitud de su profesor pero solo se sentó en silencio en la única silla vacía junto a él, el menor saludo a la profesora Mcgonagall que estaba parada con el sombrero Seleccionador en sus manos, la cual le devolvió el saludo con una leve sonrisa.

- Harry, ¿Te encuentras bien? -

- Si, Director -

- Bien, en ese caso, ayer te perdiste la selección y tenemos que seleccionarte para que puedas ir a tu sala común y obtener tus horarios, tambien conocer a tus compañeros, si le permites, la profesora Mcgonagall te pondrá el sombrero Seleccionador para poder saber tu casa -

Harry solo asintió ante toda la cháchara del Director y dejó que le pusieran ese mugriento sombrero en la cabeza.

"¿Así que mugriento?"

Harry intentó no sonreír ante las palabras del sombrero parlante.

"Que seas una reliquia histórica no significa que tengas que estar mugriento, a menos que gustes tener microbios de hace 100 años para luego dar a alguna investigación"

Harry escucho la risa del sombrero y rodo los ojos cuando el sombrero le dijo que el director olvidaba lavarlo, Harry pensó que el viejo incluso olvidaba lavar su propia barba, nunca se acordaría de lavar un sombrero.