Siete

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La mañana siguiente Harry se despertó adolorido y agradeció que fuera domingo porque sinceramente no tenía ánimos de nada, se quedó acostado en su cama hasta que Draco fue a buscarlo para desayunar a las 10 de la mañana, esa vez no pudo fingir dormir, asi que se levantó y le dijo a Draco que se adelantara mientras él se cambiaba. Harry no tuvo ánimos de ponerse el uniforme y aunque los de primer año aun no tenian permitido usar ropa común durante los fines de semana, le importo poco mientras se ponía pantalones de vestir negros, una camiseta de manga larga y un suéter gris. Se calzo los zapatos del uniforme y tomo una bufanda de Slytherin, pero antes de salir volvió para tomar su varita que estaba en la mesita de luz.

Harry ignoro la mirada de todos y se sentó en una esquina para desayunar, se sirvió un poco de cereal con yogurt y algo de fruta que fue picoteando entre bocados de cereal, cuando estaba terminando su té sintio a alguien inclinarse sobre su espalda y extrañamente supo por el olor amaderado de su perfume quien era. Severus había visto cada movimiento del chico desde que entró al Comedor y entrecerro los ojos al ver su vestimenta, pero lo dejó comer en paz hasta que vio que el chico estaba terminando su comida. Se había levantado y lentamente se fue acercando para no espantar a su presa, ejem, alumno.

Se había inclinado sobre la espalda de su alumno y le había susurrado al oído que lo esperaba en su despacho después del desayuno. Con solo ese intercambio, Severus se fue del comedor y Harry termino su té de un trago, había llegado la oportunidad de saber cuánto estaba involucrado Severus Snape en sus asuntos.

Harry llegó al despacho de su profesor luego de muchas vueltas, incluso había tenido que ir a buscar el mapa del castillo que le habían dado el primer día porque no tenía idea de dónde quedaba el despacho de su profesor. Incluso en las semanas que habia estado en el castillo nunca había bajado a las mazmorras porque sabía que su profesor siempre estaba rondando los pasillos. Y ahora estaba ahí, frente a la puerta del despacho de su profesor, algo nervioso porque no sabía que le esperaba. Toco la puerta, ya iba lo suficientemente tarde y no le importo mucho si su profesor lo iba a retar por llegar tarde. Pero conste que había dicho después del desayuno y Harry podría estar desayunando hasta las 11 si quisiera.

La puerta se abrió sola y Harry entró cuando escucho el pase de su profesor, el hombre de cabello oscuro estaba sentado en su escritorio con sus manos entrelazadas sobre la madera de roble. Harry no pudo evitar apretar sus labios ante el aura intimidante que tenía el mayor. Sus pasos resonaron en el salón e incluso cuando se sentó la madera de la silla crujio bajo su peso, solo esperaba que no se partiera. Ambos se miraron y Harry aparto la mirada de inmediato, no le daba buena espina mirar a los ojos a su profesor, no en el mundo magico, donde incluso lo más insólito era real.

- Señor Potter, me gustaría saber, ¿Por qué no esta usando su uniforme escolar? -

- Los dos conjuntos que compré estaban sucios -

- Los elfos podrían haberlo lavado -

- Al parecer no lo hicieron -

Severus entrecerro los ojos, divertido con las respuestas de su alumno, pero sin duda el menor no se esperaría lo que venía.

- También me interesa saber, mientras todos nosotros estábamos cenando, ¿A dónde fue en medio de la noche? -

Harry se puso blanco, evidenciando que su profesor no se equivocaba en lo que decía, y no supo que decir.

- Veo que no estoy tan equivocado, salir fuera del castillo después de las 8 de la noche en otoño esta prohibido señor Potter, oscurece bastante temprano y no hay cosas bonitas en el bosque, que es de donde lo vi salir anoche. Quiero explicaciones y sin mentiras que ya lo estoy viendo maquinar -

ExorcistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora