Exorcista

Nueve

Harry sentó a Bastian en el alféizar de la ventana más cercana y reviso su pulso, era acelerado. Debía llevarlo a la enfermeria de inmediato.

- No, estoy bien -

- No, Bastian, tu corazón late muy rápido -

- Se me pasara en un rato, es solo el susto -

- Pero... -

- ¡Harry, Harry! -

El de ojos verdes cerró los ojos al escuchar la voz de cierta castaña, pero se le ocurrió de inmediato que podría utilizarla para obtener ayuda.

- Granger, busca a Madame Pomfey o a algún profesor -

- ¿Que sucede? -

- Solo hazme caso -

Y aunque Hermione miro dudosa a ambos varones,  asintió antes de volver por donde había venido. Harry suspiro y volvió a ver a Bastian que se lo veía mucho más relajado pero miraba de reojo al lago.

- No le prestes atención y concéntrate en relajar tu respiración -

Bastian sintió el dedo de Harry en su mejilla, dejó que el más alto le girara el rostro para dejar de ver el lago y se sorprendió al sentir los brazos del de ojos verdes rodear su pequeño cuerpo. Pero se relajó, notablemente porque su corazon dejó de latir fuertemente y la presión en su pecho se alivió.

- Ya estoy mejor -

- Me alegro -

La voz de Harry fue neutra, pero se notaba la tranquilidad que sentía por el chico entre sus brazos, Bastian sonrio antes de bajarse del alféizar de la ventana. Ambos varones miraron hacia la derecha del pasillo cuando escucharon pasos apresurados, Madame Pomfey venia apresurada agarrándose un lado de su falda para no pisarse el borde de la tela y caerse en el proceso.

- ¿Estás bien? -

- Si, Madame Pomfey -

- ¿Que sucedió? -

- Eh... -

Harry quiso responder algo, pero no supo que decirle, sin embargo, Bastian fue más rápido y contestó ante la pregunta.

- Tuve una recaída -

Para Harry, era bastante obvio que Bastian estaba mintiendo, pero Pomfey pareció creerle al dulce niño de baja estatura, Bastian fue llevado a la enfermeria por Madame Pomfey y Harry fue libre de irse luego de que la enfermera lo mirara y le prometiera que estaba bien. Harry suspiro en cuanto estuvo solo en el pasillo, se apoyó en el alféizar y miro hacia el lago pensativo, su maestro estaba enojado con él, ¿Pero eso significaba que no podría pedirle ayuda? No sabía que hacer, él solo no podría hacerse cargo de eso, y más porque al parecer a los poseídos no les importaba hacerse ver, sería difícil que aquello siguiera en secreto a ese paso. Harry no sintió la presencia que lo miraba, ni mucho menos que se estaba acercando hacia él, cuando se dio cuenta fue demaciado tarde. Unas manos fuertes se apoyaron en el alféizar de la ventana a cada lado de su cuerpo y una voz grave se deslizó en su oído.

- Será mejor que tenga una explicación para todo esto, señor Potter -

...

Harry miro a su profesor con cara de perro mojado, pero era obvio que con él no funcionaba, aunque siendo sincero aún no había encontrado una persona en la que su mirada de cachorro funcionara. Suspiro, realmente no sabia que hacer, si explicar todo desde el principio o simplemente hacerse el tonto. Para empezar, su profesor se había metido en algo muy grave y no había posibilidad de que este saliera con vida si le contaba todo lo que conllevaba su vida como exorcista. No quería que alguien inocente sufriera las consecuencias de su estupidez, era su problema y tendria que saber cómo resolverlo solo.