𝐋𝐄𝐆𝐄𝐍𝐃𝐒 | 𝕷𝖊𝖛𝖎 𝕬𝖈𝖐𝖊𝖗𝖒𝖆𝖓

╰ 𝐈𝐈𝐈 ╮𝐂𝐨𝐧𝐬𝐮𝐞𝐥𝐨

Ev, al verlo correr, solo soltó un suspiro cansada mirando hacia arriba. Dirigió su mirada a su chico, el cual asintió, y se levantó dispuesta a seguir al niño del cual lamentablemente era responsable. Era rápida, no necesitaba correr, pero empezó a hacerlo cuando vió que se metió por un callejón que ni siquiera conocía. Se alivió al verlo allí sentado, con sus rodillas juntas, escondiendo su cabeza en ellas y fue con él.

No sabía qué hacer, así que su manera de hacerle saber que estaba con él tanto físicamente como mentalmente, era sentarse a su lado sin incomodarlo con su mirada, simplemente la dirigió al cielo, buscando cómo hacerle sentir mejor o dar la iniciativa al menos. Le desesperaba cómo el seguía llorando desconsoladamente y ella seguía callada mordiéndose el labio.

── Nuestra ante última conversación fue una pelea ──apenas logró hablar, ella lo miró──. Le conté que quería unirme a la Legión, y ella me dijo que no lo podía hacer. Me enojé, le dije que la manera que describía, no era una de vivir realmente, que eso era vivir como ganado, y salí corriendo ──su cara se arrugaba tratando de evitar llorar tanto──.

── Ya la conoces ──miró a la pared de enfrente recordando a Carla──. Era una persona conformista, y entiendo que te hayas enojado por eso ──viejos recuerdos de discusiones con sus padres venían a su mente, ella volvió a mirar a Eren──. Supongo que también sabes que ella te amaba aún pensando en lo suicidas que eran tus metas. Y ella sabía que tú la amabas sabiendo lo sumisas que eran las suyas.

── Ojalá me hubiera dado cuenta de que solo se preocupaba por mí.

── Hey ──lo llamó y por fin pudo ver sus pequeños ojos verdes llenos de lágrimas──. No te arrepientas ni te sientas culpable. No había forma en la que hubieras adivinado que esto iba a pasar.

── Pero podría haber aprovechado mis últimos momentos con ella.

── La gente debería aceptar que es normal discutir con la gente que quieres. Ella trataba de organizar tu futuro y tú simplemente querías otro. No pienses tanto en ello, Eren. Te hace mal.

── Tal vez si hubiera llamado a alguien en vez de perder el tiempo tratando de ayudarla a salir. Soy un idiota, es obvio que soy demasiado débil.

── ¿Acaso es tu culpa que unos gigantes demonios en forma de humanos destruyeran la puerta para comernos? ──él no respondía, no quería hacerlo, no quería aceptar que no era su culpa. Hasta que notó que el silencio era una espera para que lo negara, así que lo hizo lentamente con la cabeza── No hay nada más que discutir y pensar. Eres un mocoso, y ahora tu responsabilidad es crecer como persona y pensar en una manera en la que puedas cargar con esto sin hacerte daño.

Un largo silencio se presenció en el callejón. Eren estaba reflexionando acerca de lo que dijo. Era esto lo que le hacía olvidar que su hermana era un cubo de hielo. No le parecía algo malo en sí, pero él de vez en cuando necesitaba que dejara de ser así, y ella no lo sabía, pero lo hacía cuando más lo necesitaba sin darse cuenta. Sus palabras le hacían cuestionarse hasta su existencia, y era increíble cómo lo calmaba tan solo escuchar su voz. Evelyn era una gran hermana, por más que a veces la consideraba una tonta y quería pegarle, aunque se guardaba las ganas por miedo a recibir un golpe de ella. Le tenían mucho respeto y ella lo tenía bastante merecido, incluso sin conocerla del todo. Y por más que suene imposible, siempre tenía razón. Bueno, por supuesto era una exageración, pero para él no. Por eso mismo es que amaba hablar con ella. Eren la miró. Su mirada estaba tan perdida y su mente tan sumergida, que hasta él lo notó. Sabía que por más que su madre no fuera verdaderamente la suya, ella la veía diferente al igual que a él. Nunca entendió los conflictos que tenía con su padre, pero ella jamás se abrió y se los contó. Eso era lo que a él no le gustaba. Ser siempre el que llorara, expresara sus emociones y sentimientos, y dijera sus problemas, mientras que ella solo escuchaba y lo único que hablaba era para ayudarlo a él. Se ponía a pensar si realmente le estaba doliendo la muerte de su madre, pero sabía que era idiota pensar eso, él conocía como ella siempre que le sucedía algo no había una mínima reacción, era como si tuviera prohibido tener una.