Capítulo 7: Presión aplastante

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Fue toda una conmoción cuando Poppy y el emperador regresaron al castillo en buenos términos, todos se morían por saber qué cosa pasó pues cuando partieron el parecía que iba a matarla, ahora la trataba como si fuese una pieza de porcelana antigua que debía transportarse con sumo cuidado, el más sorprendido de todos fue Rick que en lo primero que pensó fue que ella lo había cegado por completo y pronto se apoderaría del imperio o lo destruiría; Rick los siguió hasta los pasillos de los cuartos y los vio despidiéndose amistosamente.

—Ammm, qué día el de hoy ¿Eh? —Su majestad parecía nervioso, mantenía su distancia y sus ojos reflejaban arrepentimiento y una desesperación por acercarse, más sin embargo Rick juró ver una gran brecha entre ellos, como si lo que sea que hubiese pasado los distanció y le fuese imposible a su majestad cruzar hasta la muchacha.

—Sí, muy loco... Ammm, yo pues... Quiero... —Poppy parecía hacer un terrible esfuerzo por permanecer cerca y ser amistosa pero se le notaba nerviosa, más que eso, aterrada era la palabra correcta, como un conejito que buscaba la más mínima oportunidad para escapar de su asesino.

— ¿Sí? —El emperador dio un pequeño paso, uno casi imperceptible pero Poppy lo resintió y retrocedió visiblemente aterrada

— ¿Qué habrá pasado? —preguntó Rick para sí mismo.

—Quiero dormir, uhh... Otro día hablamos, buenas noches querido amigo —Poppy ingresó con rapidez evitando el contacto visual en todo momento, ¿Qué cosa pasó en el mausoleo?

Cuando Poppy estuvo dentro de su habitación Rick no dudó ni un segundo en acercarse al rockero en busca de información.

—Su majestad —lo llamó con suavidad y cuando el emperador posó sus ojos en el muchacho, este quedó perplejo al verlo tan devastado, Rick sintió rabia, ¿Qué le hizo esa mujer a su padre?

— ¡Rick! —el muchacho fue agarrado de su camisa y arrastrado hacia la habitación de Ramón.

— ¡Cálmese su majestad! —Rick apartó las manos de Ramón he intentó tranquilizarlo— todos los sirvientes están asustados preguntándose qué pasó, salió con ella hecho una fiera y ahora parece un animalito asustado... Con todo respeto.

—Si es Poppy —Ramón soltó aquella respuesta así tan rápido que Rick no tuvo tiempo de procesarla.

— ¿Disculpe? —Rick quiso oírlo de nuevo para estar seguro.

—Lo que escuchaste, si es Poppy —Rick quedó completamente confundido.

—Pero... ¿Pero cómo puede ser posible si ella se desintegró? Esa mujer es 14 años menor que usted, de ser la misma la diferencia solo sería de 4 años como usted me dijo, ¿Está seguro de que ella no lo engañó?

—Nada de engaño, Rick, ella se trata de Poppy pero no es mi Poppy, se trata de otra —mientras más explicaba el emperador, más confundido quedaba Rick, surgían más preguntas que respuestas.

— ¿Ok? Con todo el respeto que se merece, pero a mi parecer ella lo tiene completamente...

— ¡NO TE ATREVAS A TERMINAR ESA FRASE! —El volumen de la voz del emperador hizo retroceder a Rick varios pasos, si había una cosa con la que tenía cuidado, esa era la de nunca enfadar al emperador— Lo siento, disculpa es que estoy tan agobiado.

—N... No se preocupe padre, no lo quise ofender, prosiga con su explicación que quiero comprender todo este asunto.

—Conoces la tragedia de hace 10 años, yo te hallé solo en medio de ese cráter ardiente y te adopté, pero eres muy pequeño para recordar los oro buses que los Pop ocupaban para transportarse, esa Nube infeliz se ocupaba de manejarlos, cuando subíamos a uno de ellos siempre tenía que suceder algo loco, como entrar en un agujero de gusano y visitar distintas realidades.

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