All About Loving You

4. Sad

La noche no mejoró para nada, me encerré en mi habitación y entonces, cuando nadie me veía, me permití llorar.

Hacia tanto tiempo que no me encontraba en un episodio así, sentirme traicionada, utilizada... no fue si no en la famosa y dramática adolescencia que todas las chicas pasamos, mi madre siempre me enseñó a ser fuerte, a darme mi verdadero valor, a tener confianza en mi misma y así era, pero esto iba más allá, no te enseñan a lidiar con estas situaciones por supuesto, porque nadie espera que tu maldito novio de años te engañe por interés...

Estuve lamentándome hasta que me quedé dormida, al día siguiente ni siquiera pude levantarme, no tenia ánimos, no quería hacer nada ni saber nada. Escuché que tocaron mi puerta y la verdad no quería tener que dar la cara justo ahora, que seguro estaba hecha un desastre debido a que ni siquiera me desmaquillé anoche.

- ¿Cariño? -preguntó mi madre asomando su pequeña cabeza por la puerta. Yo solo la observé, ella entró y cerró la puerta a sus espaldas, camino elegantemente hasta mi cama y se sentó a mi lado, y me tomó de la mano. Ella me dedicó una sonrisa y acarició mi rostro.- Se que nada que te diga ahorita te hará sentir mejor, hija, pero necesito que seas fuerte y todos te ayudaremos a superar esto... -yo suspiré profundo y asentí.
- Gracias, mamá.
- Simplemente hay que dejar que el tiempo haga su parte y nosotros la nuestra, y empieza porque te distraigas y saques toda la parte negativa de ti...
- En verdad ahorita no tengo ganas, madre.
- Lo sé, hija, y te daremos todo el tiempo que necesites. -Vi cómo mi padre asomó su cabeza por la puerta con cierto temor.
- Aquí están mis dos amores -dijo sonriendo, yo solo le dediqué una sonrisa. Él se acercó y se sentó al lado de mi madre y se inclinó para darme un beso en la frente, detrás de él entro Tommy corriendo, se subió a la cama y se lanzó a mis brazos, yo lo abracé y besé su cabeza.
- ¿En qué quedó la cena? Es decir, todos los invitados...
- Tranquila, ya lo está solucionando tu madre y Sarah. -Yo asentí y me encogí de hombros.- ¿Por qué no vienes a desayunar con nosotros?
- No tengo ganas, pa, en verdad, ustedes deben tener mil cosas que hacer, no se preocupen por mi, estaré bien...

Veinte minutos más tarde mis padres se retiraron dándose por vencidos con su propuesta de desayuno, en otra ocasión hubiera amado la idea de desayunar juntos, ya que adoraba pasar tiempo con ellos, pero ahorita no era el momento, en verdad no quería hacer nada ni salir de mi habitación.

Me levanté y fui al baño, para llenar la tina de agua caliente, quería relajarme... me dispuse a lavar mi cara y retirar todo el maquillaje que ya estaba más que corrido y esparcido por mis ojos. Tomé mis AirPods y me metí en la tina, agarré mi celular y vi que tenía muchísimas llamadas perdidas de Jack y varios mensajes: "Por favor, Alex, respóndeme, estoy desesperado", "Te juro que malinterpretaste las cosas, no es lo que piensas", "No puedes ignorarme por siempre, tenemos que hablar", "Qué quieres que haga para que me dejes explicarte?", "Yo te amo a ti y siempre lo he hecho, no tiremos todos estos años a la basura, por favor, preciosa", y así había más... tan solo teclee y mandé el mensaje, lo único que me interesaba saber y entender, "No mientas más, Jack, y si tienes un poco de decencia, aunque sea dime, ¿por qué? ¿Qué te hice para que me hagas esto?", apenas terminé de enviar el mensaje una llamada de él apareció en mi pantalla... dudé unos segundos y finalmente contesté.

- ¿Alex? -dijo al cabo de unos segundos, yo permanecí callada, la verdad es que pensé que podría, pero en verdad dolía, y dolía mucho, el nudo en mi garganta que de por si ya tenía sentía que estaba creciendo y me dolía, mis labios temblaban y mi vista comenzaba a nublarse.- Alex, por favor, déjame explicarte...
- Solo quiero que me respondas lo que te pregunté: ¿por qué me hiciste esto?
- No es lo que piensas, yo... malinterpretaste lo que escuchaste y...
- Solo respóndeme de una buena vez, no quiero escuchar más estupideces...
- Es que... Emma... ella tuvo la grandiosa idea de... -entonces se quedó callado.
- ¿De utilizarme para que mi padre te ayudara con tu negocio? ¿En verdad fue idea de Emma? -dije completamente incrédula.
- Si, exacto, fue más o menos así y...
- ¿Y cómo es que le hiciste caso a Emma? Digo, tu sentido común de que eso era incorrecto, ¿dónde quedó? -Él tan solo guardó silencio. Yo suspiré profundo.- ¿Desde cuando estas con ella, Jack? -Otra vez guardó silencio.- No seas un maldito cobarde y habla, ya tuviste los pantalones para hacerlo, ¿no? Ahora afróntalo. -Escuché que suspiraba a través de la bocina.
- Casi un año...