All About Loving You

8. Grand Canyon.

Al llegar a la cascada quedé verdaderamente impresionada, a pesar de que ves las fotografías en internet, no se compara para nada a verlo en persona... adoraba este tipo de lugares y en serio que apreciaba cada árbol, cada pájaro, cada cosa que estaba a mi alrededor porque todo era tan increíble y hermoso.

Después de caminar a lo largo de la cascada y tomar mil fotos, nos sentamos en una mesa de campo, al igual que muchas familias hacían, para continuar apreciando la vista y también poder descansar. Will se alejo para ir a un puesto de comida, lo observé que compraba y después observé a Mark y los demás agentes cerca de mi, vi que uno de ellos hablaba con un muchacho que traía su cámara en la mano y discutían sobre alguna foto...

- Aquí tienes -Dijo Will sentándose a mi lado y ofreciéndome un vaso de limonada, yo lo tomé gustosa y le sonreí. Compró un pequeño vaso de papas fritas y me ofreció.

Continuamos caminando y conociendo los diferentes puntos del parque, había miradores, puentes, más lagos, pero nada se comparó con la cascada tan bonita que tuvimos frente a nosotros, pero eso no quita que todo el lugar fue maravilloso, hermoso y sobre todo perfecto.

Nos dirigimos a la salida una vez que comenzó a oscurecer, y al estar alejados de la ciudad en un lugar así, realmente todo quedaba completamente oscuro. Alumbramos el camino con nuestros celulares y enseguida Mark y los agentes nos rodearon a Will y a mi.

- ¿Te gustó? -Preguntó Will mientras caminábamos. Yo volteé a verlo, lo poco que podía ver por la oscuridad y él como siempre, se veía perfecto. Le sonreí y asentí.
- Me encanto, ¿y a ti? -Él me devolvió la sonrisa y asintió.
- Contigo fue mucho mejor.

Sonreí apenada y continuamos a la salida, por supuesto al salir pasamos por la tienda de recuerdos y nos detuvimos ahí dentro, había muchas cosas muy bonitas, yo elegí unas tazas, unos llaveros y unas postales y las compré, para mis amigas y mis padres.

Los siguientes días fueron igual de maravillosos junto a Will, íbamos a la obra un rato y después nos dedicábamos a pasear y conocer. Primero nos dedicamos a la ciudad y entonces nos fuimos alejando un poco más.

Ya se acercaba el día en qué debía regresar, y habíamos dejado de último visitar el Gran Cañón y Las Vegas.

Así que ahí nos dirigimos hoy, yo estaba muy emocionada, tenía muchas ganas de visitar el Gran Cañón. Salimos muy temprano para aprovechar el día. Le envié un mensaje a mis padres informándoles que todo estaba bien, y después reí al leer un mensaje de las chicas diciéndome que no olvide la lencería sexy. Creo que era bastante claro que Will provocaba algo en mi diferente, me sentía diferente con él, y además, no valía la pena siquiera intentar engañarme porque me atraía, y mucho. Cuando él no lo notaba me permitía observarlo detenidamente y apreciar la maravillosa vista que me brindaba...

- ¿De qué tanto te ríes? -Dijo sonriendo, el conducía mientras extendía su mano hacia mi cabeza y acomodaba un mechón de mi cabello que estaba revuelto gracias al viento.
- Nada, un mensaje de mis amigas -Dije tratando de aguantar la risa, y hasta sentir el ligero toque que hizo con mi cabello, me hizo estremecer.
- Me gusta tu sonrisa. -Dijo suavemente, yo volteé a verlo y pude notar cierta pena en su mirada, me sonrió y yo lo hice de vuelta. Eso era todo, me quedé muda por los nervios, no supe que responderle, más bien si sabía qué, pero no quería delatarme.

Una hora más tarde nos encontramos en la entrada del Gran Cañón. Baje casi corriendo como una niña pequeña en Disneyland, y Will solo me seguía mientras reía, yo adoraba ver su sonrisa.

Caminamos por los largos senderos, hicimos fila para poder pasar por el puente de cristal, y yo estaba verdaderamente encantada... la vista era impresionante, era increíble, por supuesto tomé mil fotografías, Mark y los demás se encargaban que tuviéramos prácticamente algunas áreas para nosotros, para evitar la acumulación de gente, y hoy esto era un beneficio.