All About Loving You

27. Inauguración.

- Esto es increíble, Will, ¿cómo hiciste todo esto? -dije riendo emocionada, él me veía con una sonrisa encantadora.
- No fue fácil pero me gustó hacerlo, nos tocó entrar a bucear y soldar, hubo mucha adrenalina -dijo riendo, yo sonreí y me acerqué a él.
- Para ti, ¿qué fue lo mejor?
- Mi parte favorita... sin duda me gustó el nado con tiburones, pero hay otra... ahorita lo verás. -Yo asentí sonriendo y el volvió a tomarme de la mano, mientras continuamos el recorrido.

Pasamos otro túnel, al terminar el pasadizo nos encontramos en un salón, era un restaurante maravilloso, y por supuesto todo era de cristal y podían ver a los animales en su hábitat. Se ve que habían empezado a decorar para la inauguración pero aún no estaba listo. Will volvió a guiarme a otro túnel, este era más largo, al finalizar nos topamos con dos puertas, en una se podía continuar sin problema y en el otro había una leyenda que decía "Solo personal autorizado", Will empujó la puerta y después nos topamos con otra puerta dentro, Will busco entre sus bolsillos una llave.

- Ven aquí, tenemos que entrar rápido... -Yo me acerqué a él, él comenzó a quitar el seguro, y en un rápido movimiento entramos, cerrando a nuestras espaldas. Observé a mi alrededor y noté que había un estanque un poco más pequeño, era una especie de piscina.
- ¿Qué hay aquí? -pregunté observando a mi alrededor, ya que no podía ver mucho, pero era evidente que estábamos adentro de alguno de los hábitats.
- Ya veras, ven aquí... -Él comenzó a caminar mientras me jalaba con él sin soltar mi mano, nos fuimos adentrando un poco más entre las plantas, y entonces Will se quedó quieto. Me hizo una seña para que hiciera silencio y observara, él movió unas plantas que nos tapaban y entonces lo vi... no pude evitar sentirme emocionada, llevé mis manos a mi boca tapándome un chillido de emoción, había más de 50 pingüinos frente a nosotros, algunos grandes, algunos pequeñitos, se ve que algunos dormían y otros caminaban entre ellos. Yo volteé a ver a Will y él me veía con una sonrisa maravillosa.- ¿Qué te parece?
- Will, esto es sensacional... ¿podemos...? -Él asintió sonriendo y camino lentamente hacia los pequeños pingüinos, ellos parecían no tener miedo, no huían, no se alteraban, Will se inclinó hacia uno en particular, me hizo señas para que me acercara, conforme fui caminando algunos pingüinos se quitaban rápidamente, a mi si me tuvieron miedo algunos, yo reí nerviosa y llegué hasta Will.
- Ya me conocen... desde que los trajeron tenía ganas de venir, un día me anime y lo observé a él.
- ¿En verdad? -Él asintió sonriendo, entonces me dejó ver al pequeño pingüino que tenía en frente, él se dejaba acariciar, le gustaba... noté que tenía una argolla de plástico azul en su patita, observé a los demás pingüinos y todos tenían una, aunque variaban los colores.
- Se había lastimado con una de las piedras del estanque, llegué en el momento exacto, desde entonces es mi favorito... casi no puede nadar, tiene su alita mala, y no sé... me encariñe con él. -Dijo tiernamente, yo sonreí completamente feliz, eran hermosos, pero más lo era Will... siempre me habían gustado y nunca había visto uno en persona y ahorita, podía hasta tocarlo... acaricié con cuidado su pequeño cuerpecito, él pequeño pingüino se quedó muy quieto y lo disfrutaba, yo no pude evitar reír emocionada.
- Esto es increíble... -dije emocionada, algunos pingüinos comenzaron a meterse al estanque, me encantó verlos nadar, otros ya estaban saliendo y agitaban sus cuerpos sacudiendose el exceso de agua.
- Sabía que te gustaría... -Yo chillé emocionada y asentí, Will se acercó a mi y nos movimos a una esquina para no interferir entre ellos, ya estaban despertando y se echaban directamente al estanque.- Es nuestro pequeño secreto -dijo besando mi mejilla con dulzura. Yo asentí y entonces salimos con cuidado por donde habíamos entrado, ahora si nos dirigimos hacia la otra puerta y podía apreciar el estanque a través de una pared de cristal, podíamos ver los pingüinos nadar tranquilamente y otros caminando por la parte externa, entonces vi al pequeñito caminar con otros pingüinos.

Terminamos de ver todo el acuario, y por último, observamos el gran estanque que estaba en la entrada, ahí sería el evento mañana, había muchas luces, globos en el techo, ya habían puesto los grandes listones que Will cortaría, y un pequeño escenario con micrófono.