All About Loving You

17. Extrañándolo...

Un par de horas más tarde, nos encontrábamos aterrizando en el helipuerto de Washington. Al bajar, varios autos nos esperaban, Mark me dirigió hacia uno de los vehículos y subimos, entonces nos dirigimos a La Casa Blanca.

Me sentía feliz y nerviosa, también ansiosa; acababa de dejar a Will y ya quería volver a sus brazos. Pensaba en todo lo ocurrido con él y a pesar que aún me sorprendía, no me arrepentía. Tomé mi celular y le quité el modo avión, entonces entraron varios mensajes, sin dudarlo abrí el de Will.
Will: Te quiero, Alex. Avísame cuando estés en casa, por favor.

No pude evitar sonreír, y enseguida le respondí.
Al llegar a casa, me recibió mi madre junto a Sarah, con una amplia sonrisa, ella me abrazó y besó mi mejilla.

- Hola, mamá.
- Cariño, ¿cómo te fue? -dijo observándome detenidamente, yo sonreí apenada.
- Muy bien, mamá.
- ¿Qué tal Will? -dijo sonriendo de manera cómplice, mientras entrelazaba nuestros brazos y caminábamos juntas, seguramente ella ya sospechaba algo, y por mi cara creo que yo se lo confirmaba sin darme cuenta. Llegamos hasta el salón y ahí nos sentamos, mientras Mark se encargó de mi equipaje.
- Él es maravilloso, mamá, es... diferente. -Ella sonrió emocionada.
- ¿Diferente?
- Si, mamá, en todos los aspectos... y es muy atento conmigo.
- Me alegra mucho, hija, te ves muy feliz.
- Lo estoy.

Comimos juntas, y junto con Tommy, papá nos alcanzó más tarde, él también me preguntaba por Will. Les conté de manera resumida que estábamos saliendo, al menos eso creía yo, y que este viaje nos hizo darnos cuenta que probablemente desde hace años algo existía entre los dos... Ellos estuvieron felices, y yo también.

El resto de la tarde ayude a mamá con algunos preparativos para el evento de beneficencia que habría, jugué un rato con mi hermano, después fui a mi habitación y me preparé la tina para darme un baño. Me amarre el cabello para no mojarlo, me desvestí y me metí a la tina, me relaje un rato mientras tonteaba en mi celular. Hasta que Will hizo su aparición.

- ¿Hola? -dije felizmente, atendiendo la llamada.
- Hola, Alex -solo de imaginarme su sonrisa, me sentí emocionada.
- Hola, Will.
- ¿Estás ocupada?
- Estoy en la tina, dándome un relajante baño... -pude escuchar como soltó un suspiro, yo sonreí.
- No me hagas eso, que solo de imaginarte... -dijo suspirando,- creo que ahorita mismo voy para allá. -Yo empecé a reír y escuché claramente como él hizo lo mismo.
- Ya te tardaste -dije apenada, él rió.
- Pronto, Alex, ¿cómo te fue con tus padres?
- Todo muy bien, ellos me preguntaron por ti...
- ¿Ah si? ¿Y qué les dijiste? -entonces me sentí nerviosa.
- No lo sé, ¿qué debo decirles?
- Que tú y yo estamos juntos -dijo suavemente y sin dudar, y pude detectar cierta pena en su voz. Entonces sonreí para mi misma.
- Papá dice que te va a mandar una escolta. -dije divertida.
- ¿Una escolta? ¿Por qué?
- Por seguridad... -Él rió.

Después de casi una hora de platicar con Will, me dejó para que terminara de bañarme, mis dedos comenzaban a arrugarse por el tiempo que llevaba en el agua. Papá no bromeaba con lo de la escolta, apenas le dije que estábamos intentando algo enseguida lo puso sobre la mesa, por una parte me parecía bien y así estaría él seguro, pero por otro lado no quería agobiarlo.

El día siguiente transcurrió rápidamente, estuve con mamá y Sarah ocupadas toda la mañana con los últimos preparativos del evento que se llevaría a cabo esa misma tarde, cuando por fin terminamos, me escape rápidamente a la cocina a pedir algo para almorzar, estaba muriendo de hambre.

Mientras comía estaba chateando con Mel y Jud, ellas ya sabían que había vuelto y querían que tuviéramos una escapada de chicas, yo estaba encantada. Platiqué un rato con Will y después me encaminé a mi habitación para arreglarme. Mamá eligió un vestido similar para las dos, me peinaron y maquillaron, terminé de vestirme y esperé a mis padres en el salón.