Capítulo 21

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Damon

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Damon

Lleno mis pulmones de aire y lo suelto repetidas veces convencido de que esto es tan mala idea como el día que mi padre lo sugirió, no, lo ordeno después de que los padres de Gretchen dieron la idea y aun hoy, varios días más tarde sigo con el mismo humor de perros ante la responsabilidad tan grande que decidieron cargarme a los hombros cuando metieron a Gretchen en mi caso, el que llevo meses trabajando y por el estar con un ojo en ella mientras realizo el ultimo operativo seguro todo se ira a la mierda y moriremos.

Joder, no quería morir tan joven, menos mientras hago de niñero.

¿Para qué quieren que pase por tal experiencia? Quizá tendrá que matar y aunque sea por propia supervivencia no me agrada la idea de que cargue con tal cosa por el resto de sus días.

Yo llevo tal carga desde que era apenas un crio, pero ella...ella es demasiado buena y rebosante de energía como para— ¿Qué diablos estoy pensando?

Necesito dormir.

Doy una última inalada de aire y entro al cuarto de armas donde hace un par de minutos me informaron que espera mi equipo, incluyendo a Gretchen.

Giro la manija resignado a lo que pasara en un par de horas y encuentro a una Gretchen casi saltando alrededor del cuarto hablando con todos o bueno ella hablaba sobre quien sabe que de sus clases y los demás, tanto hombres como mujeres solo la observaban completamente ensimismados riendo cada tanto por sus ocurrencias.

Lucia radiante, vestía como todos en unos pantalones militares negros, playera sin mangas ceñida al cuerpo y al igual que todos con cabello largo amarrado en un moño alto, todo pensado por la movilidad y que no sea sencillo el por ejemplo agarrarla del cabello o de la playera si fuera ancha.

Pero a pesar de lucir tan simple y natural su energía y belleza inglesa lograba acaparar las miradas de todos, habla con ese ligero acento de su país tan ilusionada que hasta yo tengo ganas de sentarme a escucharla un segundo.

Todos conocemos su historia, lo mal que la paso aquellos días en que esos hijos de puta la tenían y ahora verla de nuevo al cien por ciento de si, sana y salva, dan ganas de encerrarla en una caja de cristal para que no vuelva a pasar por una putada así.

Y cuando empieza a hablar sobre sus perros me doy cuenta de la inocencia ante lo que haremos tiene.

Así que tengo esta conclusión, ella llama la atención sin duda para cualquiera que esté en la misma habitación, todos los de la organización Lébedev la conocen y aunque aun no entiendo porque dejaron ir una oportunidad, sé que la quieren matar y no creo dejen ir otra oportunidad así como nosotros no permitiremos haya otra oportunidad.

Sí, todos vamos a morir.

Frunzo el ceño parpadeando un par de veces para volver a mí, no es momento de ponerme...así y preocuparme.

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