Gretchen
Tome una decisión, no quiero vivir con constante miedo, vida solo hay una y no la desperdiciare viéndola pasar, no se detendrá solo por mi mal estar.
Así que solo me dejare ir con la corriente y que pase lo que deba pasar.
Decidida por mi pensamiento empiezo a secar mi cabello luego de ducharme, preparandome para salir, sin exagerar hace días que no me arreglaba, estuve en un modo muy...me vale mierda la vida, era una muerta en vida y a mí me hace sentir bien arreglarme y es justo lo que hago.
Me pongo una falda blanca, una blusa de manga larga beige y uno tenis blancos, dejo mi cabello suelto y me maquillo de la manera más sencilla que se me ocurre, concentrándome en resaltar mis ojos verdes azulados.
Cuando me miro en el espejo al acabar sonrió con el resultado, de nuevo me devuelve la vista la Gretchen que amo.
Me levanto empezando a recoger mi cuarto, es un completo desastre, una cueva llena de basura y ropa tirada por doquier.
Cuando acabo llamo a Legolas, quien seguía profundamente dormido, el fue parte de mi encierro, lo dejaba salir a ratos claro para que fuera al baño, pero siempre volvía rascando mi puerta.
Me agachó para acariciar su pelaje negro, es tan bonito.
—Mi amor, Legolas, arriba —le llamo moviendo lo levemente —vamos a pasearnos.
En cuanto me escucha se levanta como resorte y corre ladrando hasta la puerta moviendo su colita esperándome.
Río por su emoción repentina y juntos bajamos hasta donde mi hermano se encuentra.
—Necesito me lleves a un lado —le grito mientras bajo las escaleras.
Al entrar a la sala lo encuentro en pijama dormido en el sofá.
Legolas corre al patio el cual ya tiene la puerta de cristal recorrida permitiendo entrar el aire y a los perros pasearse adentro o afuera de la casa.
El par de perros se encuentran y se persiguen unos minutos para después volver a ignorarse para comer.
Regreso mi atención a mi hermano acercándome hasta estar frente a el, no me escuchó cuando le hable.
—Límpiate la baba o peina el almohadazo al menos —le aconcejo en cuanto se despierta tras picarlo.
Más el parece perdido mirándome confundido.
— ¿Qué? déjame extraño... renacer de mi hermanita, acabo de despertar —se defiende.
— ¿Renacer?
— Sí, renacer, llevabas semanas pareciendo una extraña realidad alterna de ti, ni siquiera te peinabas, me alegra verte bien.
Luck se levanta e intenta supongo que abrazarme pero esta tan dormido que casi se cae, suspira pasando sus manos por su cara intentando terminar de despertar.
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Metanoia
Teen FictionHan pasado casi cinco años del cambio tan enorme que tomó la vida de Gretchen al momento de perder a sus padres, tiempo en el que inició de cero en un nuevo lugar siendo al fin feliz luego de tanto. Pero lo bueno dura poco y esto toma sentido para e...