Capítulo 16

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Gretchen

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Gretchen

Negro.

Es todo lo que percibo a mi alrededor y me pregunto si al fin acabó todo, si ya llego mi momento, el que tanto deseo, el único escape que he encontrado de lo que sucede.

Morir.

Mas cuando percibo movimiento a mi alrededor me doy cuenta, aún no acaba, no permiten que acabe.

Al menos ya no duele, quizá ya me acostumbre a el malestar, al dolor o ya estoy en mis últimos respiros, como en las series que vi con mis amigos, con Luck, con mi pequeño Legolas, mi perrito, que será de ellos.

Espero ya me hayan dejado ir o quizá no les importo nunca, solo era la chica molesta, quien parecía tenerlo todo, pero en realidad no tenía nada.

¿Y lo peor?, la persona que por tanto tiempo, cada maldito día se encargaba de contarme lo despreciable que le era, no logro recordarlo, tengo las palabras grabadas en mi mente, no logran irse, cargando con ellas un inmenso sentimiento de vacío, traición y tristeza.

Por más que lo intento no puedo ver de quien se trató esas largas horas de tortura tanto psicológicas como físicas, es como una sombra negra con una voz distorsionada, susurros acosándome.

Me frustra no recordar de quien se trataba, soy como un juguete nuevo para esta gente y todas esas tardes o quizá noches funcionaron, me manejaron a su antojo, manipulando mis recuerdos.

Y si alguna vez salgo no seré capaz de alejarme de esa persona que me hizo daño con tanto gozo, como confiaré ahora en cualquiera si ya no se quien finge ser mi amigo de frente y en cuanto doy la vuelta me apuñala por la espalda.

¿Me merezco esto?

Siento como un par de lágrimas traicioneras se escapan de mis ojos pero esta vez una mano las retira de mis mejillas.

Quiero abrir los ojos, lo intento una y otra vez pero no puedo hacer nada, con el pasar del tiempo mis sentidos van mejorando, siento una mano sosteniendo la mía y otra en mi cabello acariciándolo, deseo saber quién está a mi lado pero no puedo y el temor me embarga.

Las voces comienzan a hacerse susurros distorsionados, pero es como si estuvieran gritando para mí, me duele la cabeza como la mierda —por dios cállense— pienso mas no logro pronunciarlo.

Que fastidio, ahora que está sucediendo, no pueden dejarme un momento en paz, sola, no me han dañado ya suficiente todo este tiempo.

Pasan horas donde de nuevo soy solo yo en mi oscuridad, ya no hay voces, ni toques, estoy sola.

Pasan horas donde de nuevo soy solo yo en mi oscuridad, ya no hay voces, ni toques, estoy sola

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