Cap: 14 Respeta a mi hombre

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Gulf podía sentir el ambiente bastante pesado, desde que había llegado a Shadow, así que sin guardar las apariencias desde que saludó a Mirack le susurró en el oído que necesitaba urgentemente hablar con él, mientras Lukade se quedó con su otro invitado es decir Mew.

Ya con los postres y bebida servidos, Mirack ordenó que todos salieran y dejaran al rey a solas con su amigo.

—No llegas bien y te quieres poner al tanto de lo que pasa en este lugar—dice Mirack mientras pellizca con sus manos un postre.

Gulf se acomoda en su silla y responde:

—Este palacio tiene una energía muy pesada y tengo el leve presentimiento de que no se debe a la llegada de mi dulce amado.

—Créeme tu hombre es la menor de mis molestias—suspira con aire aburrido.

—Ok, ¿qué pasa?

—El parlamento real es mi problema, desde que eliminé el título de Marqués y las tradiciones concubinal, estoy en el ojo del huracán.

—Pero tu pueblo te ama a pesar de ser extranjero.

—Si, pero el parlamento me odia, piensa que manipulo a Lukade para lograr mis objetivos dentro del país, ellos notan que mi poder e influencia política crece con los años, y esta el hecho que provengo de una familia que hasta el cerdo tiene título real y tienen miedo que el pueblo se le olvide que simplemente soy un consorte.

—Tú amas con locura a Lukade y nunca le quitarías el poder, simplemente estás preparando las bases para crear un reino fuerte para tu hijo.

—Ellos no lo ven así, por eso están haciendo todo lo posible para que Lukade escoja a la hija de unos de los consejeros y la embarace y ese bebé sea el heredero y a mi hijo echarlo a un lado.

Gulf no evita sonreír, con razón Mirack se había deshecho de todas las concubinas.

—¿Esa ley de extranjeros sigue vigente?

—Si, yo suponía que no, pero aun en estos tiempos hay reinos que aún la tienen para protección de su reino, esta maldita gente me recuerda siempre que este no es mi país y si un originario por maa bastardo que sea le puede quitar el reino a mi bebé.

—Yo pensaba, que estabas al tris de divorciarte de Lukade... y todo esto presiento fue una treta tuya.

Mirack asiente.

—Yo amo a mi hombre y no se lo voy a dejar a nadie, irme para donde mis padres a cada instante e inventar peleas fue una distracción, mientras reunía pruebas de esos malditos, para así ejecutarlos a todos.

—¿Mis tíos sabían de eso? — no evitando sorprenderse.

—Mis padres no saben nada, quería hacerlo creíble porque seguramente enviaron espías para que me vigilaran en bosque negro—mira a Gulf—recuerda que por tonterías un matrimonio no se puede rendir, Lukade y yo tenemos casi 12 años, hemos superado tantas cosas y seguiremos en pie, esto es hasta la muerte nos separe—mira a Gulf—espero que no sea tu esposo ... Sin ofender.

Gulf no evita reírse.

—Descuida si Mew te hubiera querido ver muerto hace rato lo hubiese hecho.

—Lo sé...

—¿Entonces qué descubriste?

—Esos malditos han intentado matarme 10 veces, no lo han logrado no sé cómo, pero obtuve la confesión jurada de cada asesino y las pruebas de la transacción que le hicieron a los guardias, porque si, los asesinos estaban en palacio.

—Ay Mirack la muerte siempre acaricia tu nuca.

Mirack le da gracia escuchar aquello.

—Desde que estoy con Lukade sí, agradece que no eres un consorte y más en un país tan tradicional—suspira mientras mira al techo—pero si estoy al lado de Lukade y mi hermoso hijo el infierno me sabe a gloria... pero ya no hablemos de mí cómo te va con ese rey.

MAYORDOMO DE MI CORAZON.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora