ARMAN © [#2 Serie Velkov]

☆CAPÍTULO 25☆

La boda

Katerina

Las quejas de Denis al ver que está perdiendo hace que el momento sea gracioso y entretenido, el momento que hace dos semanas estaba extrañando y no sabía dónde podría encontrarlo.

La tarde vuela y en cuestión de un abrir y cerrar de ojos ya estamos en la noche esperando la comida que pedimos a domicilio. Para hacer la espera más amena, Irina y Denis deciden competir otra vez, pero esta vez bailando, las risas no faltan al ver los movimientos de cada uno.
Los de Denis son una combinación entre lo sensual y lento, mientras que los de Irina son pasos torpes y bonitos, es como si fuera profesional bailando cada canción que ponemos.

—No puede ser. Seguro tuvo clases de baile —se queja Denis al ver que Arman y yo votamos por Irina.

—No tuve, solo soy mejor que tú —Irina le saca la lengua, sin embargo, Denis no tarda en devolverle el mismo gesto.

Denis nos mira a nosotros.

—Sois unos traidores, sabéis que baile mejor, pero la votáis a ella porque es más pequeña —se cruza de lado mientras ignora los gestos de burla de Irina.

—Mejor tendríamos que descubrirlo en una batalla de Just Dance —propone Irina. Denis no tarda en aceptar el reto, con tal de intentar ganarle. La música de la televisión no tarda en oírse y a los dos compitiendo y dando lo mejor de ellos para ganar.

Mientras todo esto ocurre la comida también llega. La pongo todo en la cocina para asegurarme de que nos hayan traído todo lo que hayamos pedido, pongo cada pedido en un plato y los postres los meto en la nevera.

—¿Mi postre dónde está? —pregunta alguien a mis espaldas asustándome.

Me doy la vuelta y mis ojos dan con el rostro de Arman, su mirada me analiza de arriba hacia abajo.

—¿Pediste postre? —cuestiono desorientada.

—Me ofende la pregunta. Claro que pedí postre, te pedí a ti.

—¡Arman!

Él rodea la mesa hasta llegar a mí y tomarme por la cintura y traerme hacia él.

—Podéis dejar de hacerme sentir solo —la voz de Denis nos hace mirarlo—. Me dais ganas de tener una pareja.

—¿Y por qué no tienes una? —pregunto yo, tratando de separarme del agarre de Arman para poder mirar un poco a Denis.

—Porque me aburro rápido —dice eso y toma el plato con su comida y el de Irina y se va de la cocina.

—¿Quieres dejar de moverte? —pide Arman con cara de molesto.

—No. Quiero comer.

—Cómeme a mí —suelta, haciendo que me atragante con mi propia saliva. Este hombre no mide sus palabras.

—¡Arman! —Golpeo su hombro asegurándome de que nadie estuvo para escucharlo—. ¿No has estado satisfecho después de lo de hace unas horas?

—Nunca estoy satisfecho, siempre quiero más.

Con agilidad escapo de sus brazos y voy hacia mi plato para tomarlo y correr antes de caer en su tentación, pero es demasiado difícil cuando se trata de Arman Velkov, su manera de agarrarme de vuelta es demasiado rápida y fuerte. Nuestros cuerpos se pegan con grande fuerza el uno contra otro.

—¿Estas huyendo de mí?

—Si.

Su rostro se acerca al mío.