☆CAPÍTULO 18☆

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Tyra

Arman

Su postura es recta y parece nerviosa, se ve pensativa a la vez que sorprendida por verme.

—Te estuve mandando mensajes, pero no me respondiste a ninguno de ellos —reclamo.

Abre la boca para hablar, pero parece ser que ni ella sabe que responder.

—No recibí ninguna notificación.

Nos quedamos en silencio, mirándonos. La tensión es grande y veo que eso le afecta cuando empieza a jugar con sus manos.

—Tenemos que hablar.

—No hay de que hablar, me imagino que ya te has hecho una idea en la cabeza de lo que ha pasado —baja la cabeza mirando sus manos.

—No quieres tener la oportunidad de decir tu parte —levanta la cabeza mostrando en sus ojos una chispa brillante.

Solamente asiente, dándome a entender que si desea esa oportunidad.

—Vamos a hablar fuera, hay muchas personas queriendo ver el espectáculo —miro a Irina y la mujer que tiene al lado, que están las dos atentas a cada palabra y acción que hacemos.

Katerina las mira y sonríe, vuelve a mirarme a mí teniendo aún una sonrisa en la cara.

—¿Vamos a una cafetería? —surgiere ella, no dudo en acceder.

Me echo a un lado, para que ella pueda pasar delante de mí. Empieza a caminar y yo la sigo.

—Bonitos vaqueros. Te quedan bien.

—Ya empezamos —se queja.

—Era para ablandar la tensión que hay. Ni un cumplido se te puede hacer.

—Tus halagos se reciben de una manera extraña.

Solo río, si ella supiera el halago que tengo en la mente.

Salimos del edificio donde se están quedando y nos dirigimos a una cafetería cercana, yo solamente la sigo.

Al entrar la gente se nos queda mirando, no nos quita ojo, ya me están ganas de pegarles a todos, tienen una sonrisa en la cara, como si esto fuera una película donde todos están siendo manejados por alguien.

—¿Por qué mierda nos están mirando? —le pregunto a Katerina, al ver que ella ni se inmuta, solo le devuelve la sonrisa a cada uno.

—Es que en este barrio he vivido un período y pues la gente me conoce, quizás les sorprenda que este entrando contigo en la cafetería.

Un camarero se acerca sonriente hacia nosotros. ¿Qué come la gente de este barrio para estar tan alegre? Pero no me espero a lo que el tío pretende hacer, toma la cintura de Katerina y la atrae a él para abrazarse con fuerza. Me cruzo de brazos, espirando fuerte el aire que tengo dentro. ¿Lo pego?

Katerina se da cuenta de que estoy aquí y se separa inmediatamente. Me mira, dándome una sonrisa incómoda.

—Lari —lo mira — él es Arman...

—Su prometido —termino la frase por ella.

—No sabía que Katerina se iba a comprometer con alguien como usted, me alegro por vosotros —¿cómo yo? Ya quisiera este imbécil ser yo. Tiende la mano para saludar, al principio estoy por dejarla allí y que él haga lo que quiera con ella, pero Katerina me pide con los ojos que salude.

ARMAN © [#2 Serie Velkov]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora