MAGIC IN LOVE II (LUMITY)(THE OWL HOUSE)

Cap 10: Agape

Amity

Romance. - ¿Es lo mismo amar dibujar que amar a una persona, padre? – Padre negó dejando el periódico de lado para prestarme atención. - ¿Cómo sabes que amas a una persona?

Estábamos en el patio trasero y era soleado, perfecto para un día en la piscina, como la estaban pasando Ed y Em mientras hacían pruebas de quien aguantaba más la respiración bajo el agua. - Creo que no lo sabes... - Me confundí. – Solo lo sientes, hasta que alguien más se percata de que lo sientes y ahí ya te das cuentas... – Fruncí el ceño, eso suena complicado. - ¿Es confuso? – Asentí. - ¿Por qué me preguntas esto, princesa?

- El otro día Em y Ed veían una película de eso y me dio curiosidad... - Sostuve a Otabin entre mis brazos apretándolo. - ¿Cómo se siente amar?

- Para mí es agradable... - Eso tenía sentido, no creo que amar signifique dolor. – Para tu madre, creo que sería algo como entre vergüenza y calidez. – Alce una ceja confundida. – En el fondo, ella es amorosa, cariño, pero muy, muy en el fondo. – No estaba de acuerdo con eso cuando tenía 7.

- Si tú lo dices. – Y aún seguía sin estar de acuerdo.

Tal vez tener de referencia romántica solo a los libros de romance juvenil, la mayoría mal escritos, creo que fue como una mala representación para mí; había crecido viendo a mis padres distanciados, cada quien por su lado la mayoría del tiempo, no tenían mucho contacto físico entre sí, por ello creo que de pequeña me confundía seguido al ver a los padres de mis compañeros tomados de la mano cuando los recogían de la escuela o cuando veía como alumnos de grado mayor que yo estaban muy acaramelados en un salón vacío. - ¡Que calor! – Exclamo Emira mientras estaba metida en la piscina junto con Ed luciendo en un bikini lo que Viney se comía a diario. – Ven, Mittens, es refrescante el agua. – Negué, sus verdaderas intenciones eran ahogarme.

- Ahora que me doy cuenta, solo ellos dos usan esa cosa... - Comento madre a mi lado quien llevaba ropa ligera, mostrando sus brazos y algo de sus piernas al aire. – Me pregunto si es necesaria que la tengamos todavía.

Padre estaba viendo un caracol pasar por el césped. – No pasa nada si la conservamos ¿No? – Ella asintió, estábamos en una mesita con una sombrilla protegiéndonos del sol. – Aparte, rara vez estamos los cinco aquí.

Ahora que Ed y Em Vivian en los dormitorios de Hexson procuraban quedarse al menos los fines de semana si no tenían algo que hacer y, por muy increíble que parezca, al parecer disfrutaban la vida universitaria sin tanta fiesta ni parloteo. - ¿Cómo te ha estado yendo en la escuela, Mittens? Escuché que ya diriges a los de primer año en Rugby... – Asentí a Ed quien se ponía sus tontos lentes de sol. – Me gusta lo que hiciste con tu estilo de ropa, es muy Emo, como tú. – Se burló.

- Ah, gracias, y, respecto a los de primer año, solo necesitas... - Trate de encontrar la palabra. - ¿Domarlos? – El asintió y regreso con Emira.

Ella no dejaba de verme. - Ciertamente no esperaba ese cambio en ti... – Comento madre tomando su limonada. - ¿Por quién lo hiciste? ¿Por la señorita Noceda?

Suspire. – Por mí, ya era tiempo de que vistiera raro como los de mi edad. – Me dio la razón. – No es que quiera que te vayas, pero ¿No tienes trabajo que hacer, madre? – Ella negó. – Pensé que odiabas estas cosas.

Pensaba que odiaba pasar tiempo con nosotros, en especial... Conmigo. - De vez en cuando está bien ¿No? – Suspire, de tal palo tal astilla. - ¡No es bueno que estés tanto tiempo en el sol, querido! – Le grito a padre quien la ignoro. – Robert, ve a llevarle una sombrilla, entre más viejo da más problemas. – Las cosas con Luz iban de lo más normal según yo, coqueteos y eso durante la escuela, mensajes lindos y así, con ella todo estaba bien... Creo. - ¿Hay algo de lo que quieras hablarme? – Alce una ceja. – Te noto muy pensativa. - ¿Madre interesándose en mis problemas? ¡¿Quién carajos es esta impostora?! – Si hay algo en lo que pueda ayudarte... Estoy aquí para ti.