Miró a las griegas por el retrovisor, Mía se dio cuenta y le sacó la lengua para después mirar por la ventana, él solo negó poniendo atención al camino. Muy temprano había hablado con Xandro quien le pidió que cuidara de sus hijas, pues él necesitaría a Elías y Aquiles.
—Es aquí. —señaló Ivy—Puedes estacionarte donde quieras.
No respondió y se detuvo junto a los demás automóviles, al parecer todos eran jóvenes de la misma edad que ellas, bajó de la camioneta para abriles la puerta.
—Puedes quedarte aquí, no necesitamos que nos sigas. —declaró Mía bajando de la camioneta después de su hermana.
—Como usted ordene señorita Kalonimos. —respondió Hugh, ganándose una fuerte mirada de la griega.
Cerró la puerta y las vio reunirse con sus amigos, todos parecían de la edad de las griegas, tomó sus guantes para ponérselo sin perder detalle sobre todo de Mía, quien saludaba de beso y abrazo al tipo de la noche anterior, se sentó a su lado frente a la fogata que tenía, estaba haciendo mucho frío la noche anterior había estado nevando y parecía que pronto volvería a nevar, al parecer únicamente era una reunión para comer y beber un poco de cerveza.
—Les cambiaron de guardaespaldas. —comentó Zack.
—Sí, mi papá tiene invitados y necesito a los demás guardaespaldas.
—Y le dejaron uno solamente. —señaló.
—Es el mejor, es el jefe de seguridad. —le contó mirando a donde estaba el gorila.
—Entiendo, todos están bastante entusiasmados con la fiesta que dará tu papá, Ivy nos a invitados ¿Qué piensas sobre eso? —inquirió mirándola.
—La verdad, hasta ayer me enteré de que mi papá ofrecería una fiesta en año nuevo, no sé el motivo, me parece bien que ustedes vayan, así no será tan aburrido. —comentó.
—¿Cómo no estabas enterada? ¿Qué estabas haciendo? —quiso saber.
—Estaba ocupada en algunas cosas de la universidad. —le respondió antes de tomar de su termo de chocolate caliente, estaba haciendo demasiado frío así que prefería eso a tomar cerveza.
—Entiendo, ¿Bailarás en la fiesta de año nuevo?
—¿Ballet? —preguntó y Zack asintió— No, no lo creo.
—Mía, llévale una cerveza a Hugh. —le sugirió Ivy.
—Está trabajando no puede beber alcohol. —le recordó.
—Tienes razón, entonces llévale chocolate. —dijo su hermana.
—Llévaselo tú.
—Estoy ayudando con lo de la comida, por favor. —pidió con una sonrisa que decía que no rompía ni un plato, pero Mía la conocía y sabía que tenía toda la valija quebrada.
—Está bien. —aceptó poniéndose de pie— Ahora vuelvo. —dijo tomando el vaso con chocolate.
—Zack, necesitamos tu ayuda. —dijo Ivy para que su hermana fuera sola con el gorila.
Hugh observó cómo se acercaba la griega estaba aún más linda que la noche anterior.
—¿Necesita algo? —le preguntó tratando de usted al verla llegar.
—No, Ivy te manda un poco de chocolate, pensó que tendrías frío. —respondió deteniéndose frente a él, dándole el vaso.
—Gracias, no es necesario. —dijo tomándolo.