Para tener un mundo lleno de opresión, solo se bastaba de acortar la vista de la gente y enseñarles lo mínimo para que este siempre a tu poder.
Un mundo pintado de negro fue el mundo en el que Son Dongmyeong creció, pero este sería cambiado por un j...
Un día, dos días, cada uno se va sumando hasta que llegamos a una semana.
Todos los días la misma rutina, todos los días aparece la misteriosa melodía. No aguantaba más.
Es un nuevo día.
Esta despierto desde quien sabe que hora, vestido de pies a cabeza, esperando que comience la música que aparece en las paredes para seguirla.
Mira la hora. Son las 8:15, mueve su pie ansiosamente mientras espera el sonido. Muy sutilmente, comienza a surgir el sonido en el cuarto. Dongmyeong revisa por todos lados, buscando pistas.
Debajo de la cama nada. Detras del velador nada.
Entra al armario y se intensifíca en sonido. Empieza a pelmear la superficie. Una vez encontrado el punto débil, comienza a colpear la pared, tratando de salir. Como si fuera maniobra del destino, justo una parte de la pared no era echa de cemento, sino que de madera, y fue cubiera con una fina capa del otro material para que pasara desapercibido.
Mientras derrumbaba ese pequeño espacio, comenzaba a surgir una brillante luz blanca, igual a la que iluminaba su cara todas las mañanas. Una vez creado un espacio suficiente para cruzar, se agachó y cruzo la barrera.
Sus ojos eran cegados por la intensa luz natural que provenía de afuera, nunca antes presenciada por el adulto.
Sus ojos se acostumbraban al nuevo color, para poder ir en busca de esa misteriosa canción.
🤍 🤍 🤍
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
