Para tener un mundo lleno de opresión, solo se bastaba de acortar la vista de la gente y enseñarles lo mínimo para que este siempre a tu poder.
Un mundo pintado de negro fue el mundo en el que Son Dongmyeong creció, pero este sería cambiado por un j...
Son las 9:30 y los vagones del tren ya comienzan a moverse para esperar a sus pasajeros.
Ingresan a la estacion los trabajadores y ven todo en movimiento, "quizas llegamos tarde" pensarian.
El ruido del motor del metro llega a sus oídos, claramente alguien había iniciado la ruta del día de hoy.
Todos los conductores giraron su cabeza para miras hacia los rieles de la estación, donde frente a sus ojos paso aquel transporte que cargaba todos los días a la gente deprimida en su interior.
Estaban vandalisados.
El graffity en sus compuestas de metal llamaron la atención de todos, dejandolos entre maravillados por aquellos bellos colores y asustados por las cosas nuevas que veían.
Muchas veces el ser humano le teme al cambio.
Una pelea inició entre los trabajadores sobre si informar sobre las autoridades o dejar la situación como estaba, siendo complices de aquel acto.
Minutos despues de tratar de razonar, decidieron darle una oportunidad a aquellos chicos. Quizás estaban siendo buscados por el Gobierno, pero si tenían algo que reclamar iban a tratar de escuchar.
• [🤎] •
Cuando la gente fue a tomar su metro en la estación, sus oidos fueron inundados por aquella bella melodía tan desconocida para unos, y algo conocida para otros.
Si, más de alguno la había escuchado antes, pero ninguno tuvo el valor de Son Dongmyeong para salir de la comodidad de su vida y descubrir lo que decía.
Las avenidas principales terminaron entorpeciendo su trafico por aquellas personas en medio de la calle, cada una en diferentes lugares.
Desde sus lugares, gritaban junto a su megáfono todas las atrocidades que había echo el Gobierno, privandolos de la libertad y felicidad que había afuera de aquel gran domo. El cómo es que habían creado esta utopía donde eran controlados como marionetas por sus superiores.
Eso no es escuchaba para nada bien.
Mucha gente se para y decía que eran mentiras, ¿cómo podían haber más colores que el negro?
ㅡ¡Rufianes! Nos quieren lavar el cerebro.
ㅡSeñora, su cerebro es el que esta lavadoㅡla pistola de Yonghoon apunto aquel auto que manejaba la mujer, provocandole temorㅡNo se preocupe, le mostrare lo equivocada que esta.
¡Bang!
El auto negro ceniza fue pintado por un bello tono vino gracias a aquel hombre, que solo sonrío al ver la cara de sorpresa de la gente, repitiendo la acción.
Todos merecían conocer los colores.
• [🤎] •
Son Dongmyeong no era nada bueno para socializar. Más bien, tenía pánico escénico.
En la esquina de la calle en la que se encontraba, cogio la pintura amarilla para pintar aquella cuadra con aquel color para llamar la atención y hacer contraste. Se paro entre los colores y comenzó a pintar con sus pinceles mientras cantaba la bella canción que crearon sus hyungs a través del megáfono.
Mucha gente se acerco curioso, como si tratara de un programa de televisión. La gente sorprendida, se quedo mirando, mientras otros lanzaban insultos desgarradores.
ㅡ¡Malditos terroristas! Por eso nadie los quiere.
ㅡVamos a llamar a las autoridades.
Pero para la sorpresa del moreno, hubo gente que lo defendió e hizo callar a aquellos que estaban cegados por el color negro.
Quizas el mundo les estaba dando una oportunidad.
• [🤎] •
Mientras Yonghoon y Dongmyeong le mostraban a la gente los colores, Harin manejaba un auto robado para llevar a Kanghyun y Kiwook a la estación de radio. Estaban locos.
Los dejo a las afueras de este, por la entrada de emergencia.
ㅡNo hagan ninguna estupidez.
ㅡHyung confía en nosotros.
ㅡTú llevas todas tus malditas herramientas ahí adentroㅡrespondió apuntando el cinturon del menorㅡY que cosas dira Kanghyun por el megáfono.
ㅡLa verdad. Vamos Ki.
Mientras los menores subían por aquelkas escaleras de incendio, Harin puso en marcha atras el vehículo para adentrarse en la ciudad.
Una vez que vio gente asomarse por su visión, asomo su cabeza y encendió aquel parlante.
ㅡ¡El maldito Gobierno nos tiene atrapados! ¡Les estan quitando sus vidas!
Claramente Harin pudo tener un poco de tacto, pero la gente se asustó, y la patrulla de la zona lo escuchó comenzando su persecusión.
Por otro lado, ambos chicos habían llegado al lugar que quería. La central de radio.
Unos golpes bastaron para encerrar a los trabajadores que habían en un cuarto mientras Kiwook cerraba la entrada principal para que nadie más llegara.
Kanghyun ingreso a la cabina de radio y tomo aquel microfono para hablar sus verdades.
Al trabajar en la radio, el sabía muchas cosas, por eso es que dio con aquel campo lleno de vida, y ante todo el mundo estaba leyendo su informe del gran lavado de dinero y mentes que tenía el gobierno.
Todo parecía ir bien. Pero a lo lejos uno no puede saber si tiene un perro o un lobo entre la noche.
🤎 🤎 🤎
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
