『17』

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Ya en la noche, el castaño tenía que volver a casa, lo cual no sabia como hacer exactamente. Es decir, no puedes entrar nuevamente a tu casa, mirar a tu madre y decirle a tu madre que el hombre que había jurado amarlo en frente de ella, lo maltrato de diferentes formas... ¿O si?

Estaba nervioso, no la había visto desde hace mucho tiempo y por eso a la vez estaba feliz de poder volver a verla.

Yoongi dejó su auto en frente de la casa de su madre y lo acompañó hasta la puerta, se quedaría para apoyarlo y eso el menor lo apreciaba.

Tocó el timbre de su casa y su madre abrió, con el cabello atado en forma de moño, con algún que otro cabello suelto al ser muy cortito para estar junto al resto. Sonrió al verla y la abrazo fuertemente, intentando que las lágrimas no salieran de sus ojos.

La señora se extrañó por la actitud del menor pero asumió que era por que no se habían visto desde un tiempito, por las clases del menor o al menos eso era lo que le decía cuando ella quería verlo. Le regreso y abrazo y lleno de besos toda la carita de su bebé grande, por que si, para ella, su Tae seguía siendo un bebé, simplemente que era un bebe muy grande.

Yoongi la saludo también y ella le regreso el saludo.

—Mi bebé, me alegra verte—. Hablo con un gran amor al castaño.

—Si... quería verte hace mucho—. Sonrió con los ojos acuosos.

—Ya estás aquí, vamos pasen—. Invitación plural.

Yoongi abrió los ojos levemente por la sorpresa y se señaló para ver si había entendido que él también.

—¿Yo también?—. Pregunto incrédulo y con sorpresa.

La señora lo miró y asintió

—No, alto—. Río con nerviosismo—. Solo venia a dejarlo a su casa, yo... Tengo que regresar a la mía. Es más, se hace tarde así que me despido—. Dijo rápidamente, no es que no quisiera quedarse... De hecho si quería pero no quería incomodar, además de que el menor tendría cosas que hablar con su madre.

—Justamente por que es tarde no puedes andar a esta hora manejando, es peligroso—. Volvió hablar la mujer, insistiendo que el chico se quedara por que si, ella tenía miedo que tuviera un accidente de noche.

—Yo...—. Yoongi no sabía si aceptar.

—Vamos, gato amargado—. Tae lo tomó del brazo y lo adentro a su vivienda.

El pálido no se quejó por el apodo y se dejó -literalmente- arrastrar hasta la sala de estar.

—¿Ya cenaron?—. Preguntó la mujer, dispuesta a cocinar algo para ellos a las diez de la noche si ambos le decían que no.

Pero no fue así, ambos asintieron, al haber cenado luego en alguna cafetería colorida a petición del menor.

—Bueno, entonces vamos a dormir que es muy noche y no quiero reproches de querer desvelarse al ser mañana sábado, a la cama.

Ninguno reprocho ya que igualmente ambos venían cansados luego de andar paseando todo el día.

Taehyung claramente dormiría en su antigua habitación, mientras que la mamá de este mismo arregla la habitación de invitados para su pálido amigo pelirrojo.

Todo iba de maravilla, los tres se dieron las buenas noches y cada quien a su habitación.

Tae ya había cerrado y borrado su antigua cuenta de twitter, por lo que esa noche no hubo ningún mensaje indeseado.

Todo fue de maravilla esa noche, pero todo se fue a la mierda a la mañana siguiente con una visita no deseada y inesperada.

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Hello again... JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora