Hello again... Jungkook

『2』

Luego de eso pasaron unos meses. A mi madre  no le gustaba mucho que el azabache fuera mi amigo porque había noches que ella me escuchaba llorar y no le gustaba pero siempre estaba ahí para contemplarme y darme su apoyo incondicional.

Había un chico me molestaba pero era un amigo de Kook por lo que no decía nada... y porque no podía. Park Jimin... el sabia que gustaba del azabache de ojos de bambi, por lo que siempre tenía que mantener la boca cerrada o el le contaría todo a su mayor.

Tae iba caminando tranquilamente por los pasillos de su facultad a la cafetería pero se encontró con los chicos de Danza contemporánea.

—Miren a quien tenemos aquí—. Dijo un chico en medio de todos.

Conocía esa voz a la perfección y con el tiempo la fui odiando, una voz llena de seguridad, burla y podía decir que hasta odio. ¿No podía faltar un día en su vida para pasarla bien?, si bien Jimin nunca le hizo daño físicamente... pero mentalmente lo destruía por completo.

—El gordo y ridículo Kim Taehyung—. Dijo con burla y asco, con una sonrisa ladina.

El castaño no se atrevía a decir nada, solo tenía la cabeza baja y sus manos en puño dentro de su sudadera.

—¿Vas a ignorarme?—. Su paciencia era limitada.

—No tengo nada que decir...—. Finalmente respondió  porque quería irse rápido de ese lugar.

—Perfecto, acabas de aceptar que eres feo, gordo y ridículo. Ahora que lo sabes, solo deja de acercarte a Jungkook, lo pones en una mala reputación al estar cerca de alguien tan feo como tu. Eres ridículo y lo pones en ridículo a él también; si tanto dices amarlo, entonces aléjate niñato—. Finalizó, pasó a su lado golpeando el hombro del menor y yéndose a comer con el resto del equipo de danza.

Definitivamente odiaba al rubio, muy amigo podía ser del azabache pero lo odiaba. Se le quitó el hambre, ese día solo regresó a su salón de fotografía a seguir con sus proyectos y se olvidó de comer.

Le creí, llegué al punto de odiar mi cuerpo y a mi mismo. Me empiezo a alejar un poco de Jungkook y él lo nota.

El castaño tenía hambre, su estómago gruñía. Reclamando por no haber desayunado, pero al llegar a su casa comería algo ligero. Ya iba saliendo de las clases camino a casa pasando por el parque que siempre atravesaba por que le gustaba el lugar.

Frente a él estaba el azabache con una cara seria mirándolo desde lejos, en la banca que siempre se sentaban para trabajar sus respectivos proyectos.

El menor lo miró con asombro e inseguridad al estar gordo, no quería arruinar la reputación del mayor. Se dio la vuelta con intención de irse por otro lado ignorando al mayor.

—Ni siquiera lo pienses taehyung—. El mayor se levantó de su asiento y se acercó al menor por la espalda—. Date vuelta— ordeno.

El menor negó con la cabeza y bajo la misma por la vergüenza, sus dedos jugando con el borde de su sudadera.

—Bien, ¿Se puede saber por qué mierda me has estado ignorando?—. Pregunto enojado.

El menor no le volvió a responder y al azabache se le agotaba la paciencia que tenía.

—Kim, date vuelta de una buena vez y mírame a la maldita cara cuando te hablo—. Dijo con enojo

Esa fue la primera señal que vi, pero claramente la ignoré...

El menor ya algo asustado por su forma de hablar prefirió hacerle caso y se dio la vuelta, claramente con la cabeza baja por la vergüenza que sentía todavía.

—Mírame a la cara—. Volvió a ordenar por tercera y última vez.

El menor hizo caso y lo miró, con sus manos temblando levemente y sus ojos levemente acuosos amenazando con llorar.

El mayor lo miró y su rostro se relajo, sin decirle nada lo abrazó y escondió su rostro en el cuello del menor, inhalando su aroma levemente. Pero sintió como el menor trataba de alejarlo con mínima fuerza.

—¿Qué pasa? ¿Por qué me ignoras y evitas? ¿Hice algo mal?— pregunto sin soltarlo todavía.

—N-no... no pasa nada...— Hablo bajito

—Mientes— se separó, miro la cara del menor y acuno entre las palmas de sus manos— No me mientas TaeTae— le dijo suave con cara de preocupación.

El corazón del menor latió con fuerza y las lágrimas querían salir más rápido al escuchar de sus labios dicho apodo, y que estuviera preocupado por él.

—¿P-por qué me tratas así? ¿Estás ebrio?—. Pregunto con miedo de que dijera que no.

—No ignores la pregunta, dime la verdad ¿Que pasa TaeTae?— Si bien él tenía un revoltijo en su estómago por estar llamándolo así sin estar en estado de ebriedad, todavía quería saber que tenía el menor.

Volvió a caer a sus pies, las lágrimas por fin salieron y también lo que sentía— Estoy gordo, soy feo y ridículo, no quiero que te miren conmigo y se burlen de ti por estar conmigo—. Sus palabras salieron entrecortadas por el llanto. Por fin dijo como se sentía.

—¿Qué? ¿Quién te dijo toda esa mierda?—. Mataría al que le dijo eso a un ser tan puro y bello como Taehyung

Pero el menor se sorprendió por esa respuesta y reacción al verlo tan enojado— ¿Que?

—¿Que quién te dijo toda esa mierda?—. Le repitió al menor.

—¿No es verdad?

—Claro que no. Tae, eres el ser más puro, hermoso y único en esta tierra. Tus bellas y delicadas manos, su hermoso cabello castaño que resalta por tus ojos color miel. Tu perfecta sonrisa rectangular, tu bello cuerpo, hermosa cintura . Tae eres arte, hasta la forma en como expresas tus sentimientos es arte—. Y el mayor se dio cuenta de lo que dijo; se sonrojo.

El menor se podía confundir perfectamente con un tomate en ese instante, ¿Así lo miraba el mayor?. todo el llanto había desaparecido, ahora solo había un fuerte sonrojo en sus mejillas y orejas al escuchar tal confesión.

El mayor pensó "Bien Kook, ya lo dijiste, por lo que no puedes dejar eso así, debes seguir".

—E-escucha Tae, yo... tu me has comenzado a gustar mucho en los últimos meses y... bueno, me gustas ¿Quie- —No pudo terminar.

— ¿De verdad?... No... No juegues conmigo si es una broma— Bien, se había vuelto muy inseguro.

—No estoy jugando, me gusta mucho TaeTae —Volvió a acunar el rostro del menor en la palma de sus manos—. ¿Quieres salir conmigo?

Bien, por fin lo había dicho, ahora tenía miedo de ser rechazado... lo cual nunca pasó.

El menor sonrió, mostrando su peculiar sonrisa— Si, quiero salir contigo Kook.— Sentía que era un sueño

El mayor tuvo el impulso de besarle desde hace días y esta vez no se quedó con las ganas, le dio un beso lento y tierno.

Bien, si ese era un sueño no quería despertar nunca. Llevo sus brazos al cuello del mayor y lo abrazo por el cuello mientras todavía el mayor lo besaba y él correspondía algo torpe el beso.

Ese día comenzamos a salir como una pareja, la manera en que me lo pidió me gusto mucho ya que en ese entonces alejo todo tipo de inseguridad que tuviera sobre mi cuerpo. cada día que estábamos juntos me recordaba lo bonito que era y que yo le gustaba mucho, pero nunca le dije quien me metió todas esas inseguridades. Ahora me pregunto si todas esas palabras bonitas que salen de tu boca eran mentira.

Comenzamos a salir un julio 6, un día de verano en 2019. Todo fue hermoso al inicio de la relación, pero no sabía lo que me pasaría después año y medio juntos.