Muchos tienen una definicion diferente acerca de un abismo, algunos utilizan la palabra para describir en ocaciones el oceano o cuando hablan de un precipicio, y otros en fines religiosos. Para mi era un lugar al que cai llena de dudas y tristeza, r...
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Estaba en un sueño profundo, pero sentía algo sobre mi cuerpo, como si tuviera algo pesado encima. Abrí mis ojos y él estaba aquí, tocándome sin mi permiso, sus ojos reflejaban lujuria y prometían hacerme daño. Sacudí mi cuerpo, pero no podía quitármelo de encima, grite por ayuda, pero ni un sonido salía de mi boca, estaba aterrada, las lágrimas que salían eran de terror y odio, él solo sonreía satisfecho de su exploración mientras yo seguía gritando sin tener realmente una voz.
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Esta mañana desperté sudando, con la respiración agitada, y con un miedo inexplicable.
Siempre era la misma pesadilla, algunas veces era más explícito y otras simplemente me tenía inmóvil observándome como si pensara que hacer conmigo. Y si no fuera suficiente, cada vez que salía de casa tenía el presentimiento de que alguien me observaba, como si alguien siguiera cada paso que daba, empezaba a sentirme como una presa que en cualquier momento encontraría a su predador.
La palabra aterrada no describe por completo como me sentía en realidad.
Habían pasado casi cuatro semanas desde el encuentro con aquel hombre, no quise decirle a Tancy y mucho menos Aideen, pero si fui a la comisaria y denuncié el hecho.
Yo apenas puede salvarme, pero si había otra chica como yo en ese lugar, tenía que evitar o al menos alertar a cualquiera para que no se repitiera lo de ese día.
Mi mano toco la herida que tenía el cuello, la cual me pareció extraño que no cicatrizara correctamente y el recuerdo de ese mal nacido, temblando y riendo volvió a mi mente, sacudí mi cabeza como si eso fuera suficiente para olvidarlo.
Y por si fuera poco no he podido dormir bien, cada vez que cierro mis ojos, veo, ya sea a las sombras y a él tratando de alejarlas de mí, o a ese enfermo acechándome en mis sueños.
Me estaba volviendo loca.
Y me sentía acorralada.
Estaba a punto de derrumbarme.
Y estaba realmente agotada.
—¡Oye Emer, es tu turno! —el grito de Tancy me obligo a olvidarme de todo, al menos por un momento podía fingir ser una adolescente normal.
El último partido de temporada sería en unos días, y el entrenador nos estaba exigiendo más de lo normal, al menos a las titulares, dado que siempre me mantenía en la banca ya que soy más la mascota que un miembro del equipo, así que nunca me sentía presionada, pero estaba vez me obligaron a unirme a la práctica, por si acaso decían, pero solo lo hacía para hacerme sufrir antes de irme.
—Muy bien, estas lista Emer, que iré con todo.
Y así lo hizo, Tancy hizo un saque potente que apenas y lograron evitar un ace. El juego de práctica era muy pesado, en especial si tenías las piernas cortas como yo, o tu coordinación era cero como la mía.
