CAPITULO 13 🌹

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Había pasado casi una semana desde el accidente, y tres días desde que regrese a casa

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Había pasado casi una semana desde el accidente, y tres días desde que regrese a casa. Y yo aún no podía recordar como llegue a estar parada en medio de la calle principal de Wayward Pines.

Todo era confuso y por más que intentara recordar lo que paso, lo único que mi cerebro quiso guardar fue el rostro del conductor cuando me vio.

Al principio creí haber salido de la escuela entrando la noche. Pero Tancy me explico que Sarah la llamo para decirle que salí de la escuela a las cinco de la tarde, es decir, el sol aún aun nos estaba mostrando el día...

Entonces ¿cómo diablos llegue ahí de noche?

Pero yo estaba segura que era muy tarde, camine por las calles en la oscuridad y, y luego... nada, no podía recordar nada más.

— ¡Mierda!

Me levante de la cama, desesperada y confundida.

Tenía varios bocetos de esa noche tirados en mi habitación como si quisiera armar un rompecabezas. Observando con atención todos ellos, me di cuenta que algo faltaba, algo muy importante, pero por más que quise recordar ningún fragmento de esa noche hizo presencia en mi mente, y la cabeza empezaba a dolerme horrible.

Decidí tomarme un descanso y tomar una ducha que tanto me hacía falta.

Me quite la ropa y tome una toalla, pero el golpe de la puerta al abrirse me asusto, tapando mi cuerpo de los ojos de mi  hermana.

—Diablos, Aideen, me diste un susto de  muerte. —enrolle la toalla a mi cuerpo.

Desde que desperté en el cuarto de hospital, no puedo estar cerca de mi hermana, algo me estaba gritando que me alejara, pero no podía hacerlo, era mi hermana pequeña, y no pensaba alejarme de ella.

Nunca.

— ¿Estas bien? — me acerque a ella cuando vi su rostro sonrojarse. — ¿Estas enferma? —toque su frente y fue unos segundos, pero mi hermana cambio su postura.

— ¡No me toques! —me dio un manotazo y se alejó de mí. —Mamá está esperando por ti para comer. —no sé si fue cosa mía, pero Aideen empezó a evitar verme a la cara.

—Hace días que no bajo a comer, ¿Por qué ahora espera por mí? —me senté en mi cama, aun cubriendo mi cuerpo con la toalla.

Pero Aideen parecía incomoda con mi poca vestimenta, y la verdad me importaba una mierda, estaba cansada, además, era mi cuarto y ella entro sin tocar.

Sumando el hecho que estos días me he sentido irritada.

Tal vez se deba a que mi periodo está cerca, o por el tema del accidente, no estaba segura, pero cualquier cosa que tenía que ver con mamá o Aideen me molestaba.

—No lo sé solo.... Que está esperando por ti.

—Dile que tomare una ducha, y si gusta puede esperarme. —me levante y me quite la coleta, hice una mueca al sentir dolor en mi muñeca.

Los Hijos Del Demonio El AbismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora