CAPÍTULO 5 🌹

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El chico rubio sonreía con curiosidad, no estaba segura si era por el miedo que se dibuja en mi rostro o porque no era el tipo de chica que responde inmediatamente al saludo del chico guapo.

—H-hola.

Cuando logre salir del trance en el que estaba logre saludar, o eso intente, no sabía cómo reaccionar, no solo tenía a estas criaturas volando sobre mi casa, también tenía a un fantasma en particular interesado en mí, realmente me sentía acosada por esa cosa.

Volaba sobre mi como si quisiera llamar mi atención, pero yo estaba desperada por no tenerla.

—Preciosa, parece que has visto un fantasma. —había burla en su voz. —Lo siento, es que si vieras tu rostro ahora mismo, realmente tiene la palabra miedo escrita ella.

Mis ojos se abrieron para indicarle que se callara.

No me importaba si se estaba burlando de mí, pero sus palabras al parecer llenaron de curiosidad a esa cosa o fantasma o lo que fuera, y se colocó justo frente a mis ojos para confirmar si lo que decía el chico rubio era cierto.

Respire profundo como si eso lo ayuntara, estaba haciendo mi mayor esfuerzo para ignorarlo, pero se acercaba más y más a mí, realmente no quería ver su rostro.

La criatura estaba cada vez mas cerca, y me di cuenta de que no solo era una sombra, su cuerpo estaba cubierto con una túnica negra, y pude notar sus manos, unas horribles y esqueléticas manos.

Oh, Dios.

Esta cosa era más peligrosa de lo que pensaba.

Pero algo dentro de mi quería desafiarlo, como si tuviera el poder de hacer tal cosa.

En ese momento mi curiosidad era tan grande como mi miedo, pero mi sentido común aún estaba trabajando bien así que luche para no verlo.

Al menos, no directamente.

Pero ya no podía luchar contra su mirada, entre más se acercaba, menos espacio le daba a mi campo de visión, así que en un segundo sería imposible ver para otro lado. Fue en ese momento en que no pude negar más su presencia cerré mis ojos con fuerza armándome de valor, para verlo directamente a los ojos, si es que los tenía.

Pero en el momento que abrí mis ojos, lo único que pude ver, fue al atractivo chico que estaba caminaba hacia mí con una seguridad y tranquilidad admirable y aterradora.

Él atravesó el cuerpo del fantasma, el cual se convirtió en humo mientras él seguía su camino, preste atención en como agitaba su mano, como si estuviera espantando mosquitos.

Su presencia era oscura en ese momento, y el aire se sentía pesado a su alrededor. Mi cuerpo empezó flaquear, me sentía débil, no sabía si era porque no había comido nada o simplemente era por él. Pero sabía que no provenía de esas criaturas.

Los Hijos Del Demonio El AbismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora