Nuevo Comienzo

Capítulo 9

Capítulo dedicado a mi bella Laura; te dije que te dedicaría este capítulo porque hablando contigo se me ocurrió parte del capítulo. Gracias por siempre estar ahí para mí y por los valiosos consejos. Si hay algo que agradezco a mis libros es poder haberlas conocido. Espero disfrutes de la perspectiva de Luke. 🤍💖

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LUKE

Llego a mi habitación y me acuesto en mi cama sonriendo como un bobo. Una sola persona es la culpable de que esté así.

Kaia.

Desde que la conocí ella ha animado mis días, llegó para sacarme del abismo en que estaba. Recuerdo la primera vez que la vi en el lago. Ese día había escapado del hospital donde me hacen pruebas regularmente para ver si logran encontrar una forma de remediar lo que me hicieron en la isla. Me sentía angustiado, estresado y con mucha rabia por dentro; desde que llegué al laboratorio en aquella isla todo lo que he pasado ha sido únicamente dolor, tanto física como psicológico. No recuerdo mi pasado, pero sí cada una de las cosas que me hicieron los científicos en el laboratorio, cada inyección, electroshocks, y todos los ataques que me provocaban, convulsiones diarias, paros cardíacos y respiratorios, ataques de ira, de epilepsia; no sé cómo, pero logré sobrevivir a todo eso.

Cuando vi a Andrea sentí que la conocía, no fue una extraña para mí o una amenaza cómo sentía con cada persona que se me acercaba. Ella me sacó del infierno, más sin embargo, yo no había podido llevar una vida normal luego de eso. La gente me miraba raro y muchas veces con miedo al ver mis ojos de color rojo, incluso hablaban de mí como si yo no pudiera escuchar todo lo que decían; no me gustó eso, así que me aislé en casa y jamás salí a algún lugar publico; únicamente salía con Andrea y Mark para ir al hospital, de ahí en más sólo el bosque y mi habitación eran mi lugar para despejar del dolor de no poder llevar una vida como la de todos. Me dedicaba a observar desde lejos el comportamiento de las personas, con sus amigos, sus parejas, y un sentimiento de celos se instalaba en mi pecho al saber que yo jamás podría hacerlo.

Ese día sentía que iba a explotar de ira, así que para no lastimar a nadie me fui de ahí y corrí por todo el pueblo hasta llegar al bosque. No contaba con tropezar con aquella chica; me tomó desprevenido y por un momento olvidé quien era, olvidé mis ojos y solo me centré en ella. Era la chica más hermosa que jamás había visto, con ese vestido blanco y el cabello castaño ondulado cayendo por sus hombros se parecía a las princesas de las películas que veía con Sara.

Cuando comenzó a gritar asustada y decir cosas absurdas sobre vampiros, volví a mi realidad. La asusté con mi aspecto. El dolor, la rabia y la decepción volvieron con más fuerza aún, así reaccionaban todos al ver mis ojos, como si fuese un monstruo cuando los verdaderos monstruos fueron los científicos que me destruyeron.

Quería irme corriendo hacia otro lugar del bosque, pero ella hizo lo que nunca creí, se sentó frente a mí y me comenzó a hablar conmigo, me dijo que mis ojos eran muy bonitos mientras yo no podía dejar de pensar que los suyos eran los mas hermosos del mundo. En ese instante mi corazón comenzó a latir fuerte, ella me había aceptado. Tuve que irme, pero me dije a mí mismo que volvería cada día si así volvía a verla.

Fui al día siguiente y estuve por horas esperando que ella también fuera, pero no lo hizo. Pensé qué tal vez solo estuvo de paso, pero aún así, volví a ir el día después. Estaba apenas entrando al bosque cuando la escuché gritar por ayuda y corrí para ayudarla con el jabalí. Cuando la tuve en brazos sentí un extraño calor en mi pecho, una parte de mí quería que se quedara ahí y no se alejara nunca. Cuando vi sus lágrimas quise borrarlas para no volver a verla triste o asustada. Y cuando me pidió vernos e ir a por un café mi corazón latió tan fuerte que pensé que saldría de mi pecho; luego recordé que nunca podré salir como las personas normales y, sumado a no poder hablar y expresarme como quisiera, la ira tomó control de mí y tuve que salir huyendo.