Capítulo 13

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KAIA

Observo el vestido que he comprado para hoy, aún no me convence del todo, es muy... provocativo. Por un segundo me arrepiento de haberlo comprado y doy media vuelta para buscar entre las prendas que he traído de casa, pero el toque de la puerta me detiene.

—Adelante. —Digo mientras coloco la toalla para cubrir mi desnudez. La puerta se abre y veo a una emocionada Ana entrar y cerrar tras de sí; lleva el vestido que ha comprado hoy y se ve muy hermosa con el maquillaje ligero que resalta sus ojos azules y su cabello rubio largo planchado, esta vez sin el color rosa en las puntas.

Una ráfaga de inseguridad me recorre al verla así. Es tan delgada y bella, parece una barbie, en cambio yo, soy... simple; mi cabello castaño claro largo con ligeras ondulaciones, mis ojos miel, y las pequeñas pecas en mis nariz complementan un rostro común y nada exótico como el suyo. Mi cuerpo, si bien no soy gorda tampoco soy delgada, con algunas curvas pero nada en exceso, solo... normal.

¿Desde cuándo eres insegura de tu cuerpo, Kaia?

Es cierto, nunca lo he sido, pero no sé qué me sucede; tal vez ver a Ana tan hermosa y notar las atenciones que Luke le presta me causa ciertos celos, y ganas de querer ser más llamativa para que él solo me vea a mí.

—¿Aún no estás lista? —Su voz me hace volver a la realidad. Está parada frente a mí con el vestido negro en sus mano. —Apresúrate, ya casi nos vamos, yo te ayudaré a maquillarte. —Dice con entusiasmo y me entrega el vestido para dar la vuelta y colocar una bolsa con cosméticos en la cama.

—Yo no... —Intento decirle que no me pondré el vestido pero me sienta en la cama y comienza a maquillarme.

—Sé lo que estás pensando y exactamente para eso vine. —Me tenso ante sus palabras. —Vi tu indecisión cuando compramos ese vestido y sabía que te arrepentirías luego, pero ni pienses que te dejaré ponerte algo no que sea esto. —Señala el vestido y yo me relajo.

Pensé que hablaba sobre Luke.

—Vale, me lo pondré. —La tranquilizo y ella asiente complacida.

Luego de unos minutos termina de maquillarme y me recoge el cabello para que quede medio suelto sobre mi espalda con lindas ondulaciones. Me coloco el vestido bajo su atenta mirada luego de que me regaña por no querer quitarme el sostén, alegando que con ese vestido no lo necesito.

—¡Dios, estás hermosa! —Dice con una amplia sonrisa mientras me extiende los zapatos de tacón alto que compramos. Niego con la cabeza mientras me los pongo y luego me levanto para verme en el espejo de cuerpo completo que hay en una esquina.

Al ver mi reflejo quedo completamente impresionada. Cualquier rastro de inseguridad se evapora ante la imagen que tengo al frente. El vestido me hace ver sensualmente hermosa; el largo escote delantero hace resaltar mis pechos, mis piernas lucen más largas y el color negro me hace ver más delgada.

Sonrío sin poder evitarlo y me entran unas ganas inmensas de ver la reacción de Luke cuando me vea.

Salimos de la habitación y nos dirigimos hacia el estacionamiento mientras hablamos de trivialidades. Se nos une Andrea en el salón luego de dejar a Sara con su niñera de confianza. Los chicos nos esperan en la camioneta de Aaron, la que decidieron usar para poder ir todos juntos. Mi corazón comienza a latir más fuerte al ver a Luke de espaldas a mí; está atento a la conversación de Adam y Mark.

—¡Wow! Creo que acabo de subir al olímpo y no me di cuenta. Nada más miren a estas hermosas diosas. —Halaga Adam al vernos haciendo que todos volteen hacia nosotras.

Cuando los ojos de Luke llegan a mí me recorren de pies a cabeza. Intento no reír al ver cómo abre y cierra la boca para decir algo pero no puede. Podría jurar que me ve con adoración, y me satisface ver cómo en estos instantes para él solo existo yo; los chicos le hablan, incluso Ana, pero Luke parece ido completamente.

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