Capítulo 18

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KAIA

Podía esperar cualquier cosa en estos momentos; un robo como la vez anterior, que vinieran a matarme, que Hansel me hubiese encontrado, un ataque de ardillas, incluso la posibilidad de que un fantasma estuviera rondando en las noches, pero no estaba preparada para ver a Luke sentado en el sofá viendo una película porno.

—Kaia... —Susurra avergonzado.

Sus mejillas están demasiado coloradas y contrastan el doble con su piel tan blanca. Si la situación no fuera tan incomoda para mí, me reiría de lo tierno que luce.

Me encuentro clavada en mi lugar, mis piernas no quieren moverse, pero aún así las obligo a caminar hacia él.

—¿Qué haces viendo eso, Luke? —Pregunto mientras me siento a su lado. No quiero avergonzarlo más, así que prefiero lucir calmada.

Suficiente vergüenza hemos pasado los dos hoy.

—Yo... —Un alto gemido lo detiene y con nerviosismo se voltea a buscar el control de la tele. Mientras yo le doy un vistazo a la pantalla y trago saliva ante la imagen del hombre con la cabeza entre las piernas de una mujer.

¡Dios!

Sí, eso mismo dice la mujer.

Veo que Luke finalmente agarra el control y en vez de apagarlo lo pausa. Yo aparto la vista de la escena en que se ha quedado frisada la película y me concentro en el chico a mi lado.

Él acomoda su cuerpo para poder verme de frente y yo hago lo mismo.

—Mark... me dijo que esto... ayudaría. —Dice finalmente señalando la pantalla y yo comprendo porqué Mark se lo ha llevado a su casa. Supongo que han tenido "la charla".

—Entiendo... —Respondo sin saber que decir. Pienso que tal vez es una buena idea que vea esa clase de películas para saber lo que debe hacer, pero por otro lado siento que no es lo que necesita.

—Pero no funciona... —Levanto la vista a sus ojos y lo miro con el ceño fruncido.

—¿Cómo que no funciona? ¿No sientes nada? —Pregunto. Hasta yo, que no soy muy fan de verlos, siento con esos videos; es imposible que un chico no.

Veo que niega mientras se remueve incómodo en el asiento y baja la mirada con vergüenza.

—No... Sí siento, pero... —Noto que intenta buscar las palabras para explicarse. —No es lo mismo, no... me hace perder el control. Es solo... una imagen.

Volteo hacia la pantalla y rápidamente aparto la vista. ¡Sí, vaya imagen!

Pienso en lo que dice Luke y en lo que dijo el doctor sobre ayudarlo. Si Luke pierde el control conmigo y no lo hace con esas películas, entonces yo soy la única que puede ayudarlo. Comprendo que puede ser algo predecible porque yo le gusto, pero no sé cómo hacer para que no pierda el control. Ni siquiera sé hasta que punto se descontrolaría y temo no poder detenerlo. No sé cuáles podrían ser las consecuencias.

—Yo no... quiero perder el control. —Dice con precaución mientras mueve su pierna nervioso. Sé que tiene miedo por mí, teme hacerme daño y no poder evitarlo.

Tomo sus manos para transmitirle seguridad y él levanta su rostro hasta coincidir con mis ojos.

—No perderás el control. No lo permitiremos ¿vale? —Él asiente poco convencido. Yo respiro profundamente ante lo que diré a continuación. —Yo te ayudaré a controlar tus... ¿instintos? —Digo con un risita nerviosa y él baja la cabeza para ocultar su sonrojo.

—No quiero lastimarte. —Murmura sin levantar la mirada y mi pecho se comprime.

¿Por qué todo debe ser tan difícil para él? No fue suficiente con lo que le sucedió en la isla, ahora también le deja secuelas años después.

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